jueves, 10 de enero de 2008

Perra siesta

Ramona duerme y ronca como velador borracho. Ha de soñar con montones de nutela o con pedazos de jamón de pavo, sus botanas favoritas. Ella encuentra cualquier campo de calor, como por ejemplo, el surco que forman dos almohadas en nuestra cama para acomodar su torneado cuerpo blanco y negro, y entonces tirar la hueva a pata suelta.

¿Hace cuanto que no duermo una siesta como ella? Años.

Mi mamá cuidaba de una manera feroz el sueño de mi papá, que por ser pediatra, pasaba varias noches de la semana en guardia dentro de un hospital. Por eso cuando era la hora de la siesta en casa no eran bienvenidas ni visitas ni llamadas. Si un amigo mío timbraba, mi mamá salía disparada a la puerta, se ponía el dedo índice en la boca y con un tajante ssshhhhh!!! hacía callar al visitante sin que éste hubiera dicho una sola palabra todavía.

Tan buena custodia de la siesta era mi mamá, que mi papá y yo lográbamos sueños profundos hasta por una hora y media y cuando nos levantábamos sin conocimiento del tiempo ni del espacio nos felicitaba porque habíamos descansado. La siesta se aplaudía en casa, no se criticaba, y por eso nunca sentí culpa de ponerme la piyama después de comer para partir el día en dos y darle su lugar al añorable hábito de dormir en la tarde.

Después de echarme un largo bostezo, me doy cuenta que he perdido la capacidad de dormir siestas por dos razones, o me pega la "pensadera" que no me deja cerrar los ojos, o cualquier ruido me despierta. Yo quisiera dormir como lo hace Ramona, a pesar del ruido de Dora que lava los platos como si estuviera matándolos, a pesar de la tos de Mateo, a pesar de los telefonazos que recibe la Maga, a pesar del mofle del camión de la basura y a pesar del timbrazo que da puntualmente el lavacoches.

Lo irónico es que si me acuesto en la cama después de comer no me duermo, pero más tarde sí me ando jetoneando en la oficina. Es usual que me digan que traigo ojos cansados o cara de zombie. Insisto en que esta empresa debería tener cuartos de descanso que pudieras separar 15 minutos para dormir. Claro, si lo propone un empleado mexicano, el jefe piensa que ese empleado es un pinche huevonazo, pero si nos dicen que esa medida la toman los corporativos suizos o japoneses para terner contentos y en alerta a sus empleados, entonces a los jefes mexicanos se les hace una idea brillante.
La siesta debe ser algo que se festeje, se promueva, se respete y se presuma o ya ni sé... Tengo sueño, mucho sueño... Adiós.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

YO FUI,SOY Y SERE DE LA CULTURA DE LA SIESTA....EN LOS ULTIMOS ANIOS SE ME HA DIFICULTADO POR LOS HORARIOS QUE TENGO ENTRE LOS NEGOCIOS PERO COINCIDO CONTIGO QUE EL SUENO ES ALIMENTO PARA EL CUERPO INCLUSIVE DESDE QUE NO DUERMO SIESTA HE SENTIDO UNOS KILILLOS MAS DE LOS QUE YA TRAIGO ENCIMA..PUEDE SER UN ESTUDILLO PERO ASI LO CONSIDERO....POR OTRO LADO FLACO TE SOLICITO..ES MAS COMO TU LECTOR TE EXIJO QUE ESCRIBAS SOBRE LA VIDA EN SOCIEDAD QUE TIENE UNA FAMILIA CON SU MASCOTA, DADO TU EJEMPLO ME ENCANTARIA SABER PROS Y CONTRAS Y LA VIDA DE RAMONA ADENTRO DE LA CASA...SI HAY TRUCKS O NO ..EN FIN TODO LO QUE PUEDAS CONTAR NO IMPORTA QUE SEA EN DOS O TRES DIAS PERO ME URGE PORQUE ESTAMOS CONSIDERANDO FIELMENTE EN COMPRAR UNA PERRITA PORQUE A LAS CUATAS LAS MATAS CON LOS ANIMALES...

Anónimo dijo...

ES UN CRIMEN TRABAJAR DESPUES DE LA HORA DE COMIDA!!!!!!!!!!

DEBERIAMOS DE DORMIR.

Luis