martes, 29 de enero de 2008

Encuentro espiritual

Es muy difícil ser ateo en Los Ángeles porque ahí te ofrecen creer en tantos dioses que ha de ser complicado no simpatizar por lo menos con alguno. Religiones, sectas e iglesias de todo tipo puedes encontrar en la capital californiana. La oferta de dioses es muy variada, encuentras a los más establecidos como el cristiano, el budista, el mormón, el islámico o el protestante, hasta otros tipos de salvaciones como la cábala, la cienciología o la meditación. En el área de Venice, por ejemplo, en una misma cuadra hay lecturas de tarot, café, cartas, y por la popularidad que tienen el regué, las rastas y la mariguana por esa zona no es tan mamón decir que Bob Marley también es una especie de religión para gran parte de gringos chubidubi.

Las tiendas son otro tipo de templos en los que puedes tener encuentros espirituales. Para darles un ejemplo, les platico que el lunes en la mañana venía caminando por la zona comercial conocida como Promenade, en Santa Mónica, cuando una chinita talla cero se me cruzó en el camino. Aquí empieza nuestro diálogo:

-¿Tiene cinco minutos que me legale señol'-, dijo Ojos Chicos (ella).
-Sí-, contestó Boca Grande (yo).
-Dígame, ¿cuál de estas pleguntas se le hace más intelesante-, preguntó Ojos Chicos a Boca Grande pasándole un pedazo de papel en el que estaban escritas las siguientes preguntas:

1) ¿Por qué crees que el ser humano no deja de sufrir?
2) ¿Este mundo es lo suficientemente espiritual?
3) ¿Crees que haya una vida para ti después de tu muerte?
4) ¿Qué haces para conservar este mundo a salvo?
5) ¿Hay un Dios que te observa?

Boca Grande leyó las preguntas con algo de hueva porque no tenía ganas de profundizar, pero al mismo tiempo se sintió motivado porque eran preguntas que él se había hecho en algún momento de su vida.
-La pregunta que más me llama la atención es la primera-, dijo seguro Boca Grande.
-¿¿¿Riiilyyyy????-, se sorprendió Ojos Chicos.
-Yes, rily-, aseguró Boca Grande.
- Muy intelesante...Tendlá otlos 10 minutos señol pala esplicalme polqué clee que esa plegunta es impoltante?-, insitió Ojos Chicos.
- Pues porque creo que el ser humano no deja de sufrir porque se la pasa buscando la felicidad afuera y no adentro de sí mismo- dijo Boca Grande improvisando una respuesta porque lo que realmente le hubiera gustado decir es que no tenía una puta idea de porqué el ser humano no para de sufrir y que a él más que a nadie le gusta sufrir de okis para justificar una existencia maravillosa. O sea, a él le gusta quejarse aún sabiendo que es afortunadísimo. Eso y muchas otras cosas hubiera querido decirle Boca Grande a Ojos Chicos, pero no tenía tiempo ni ganas para alargar esa platica.
- Ohhhh, muy intelesanteeee-, dijo Ojos Chicos queriendo abrir más los ojos sin éxito.
- ¿Se te hace?-, retó Boca Grande.
-Sí, pol supuesto. ¿Oiga y no tendlá 30 minutos más pala acompañalme aquí a dos calles pala hacele una lectula de la exitencia del sel humano, es totalmente glatuito?- propuso Ojos Chicos.
-Naaambre, muy amable señorita, pero ya voy con prisa, en otra ocasión sí me aviento su reunión, suena muy padre-, se disculpó Boca Grande quien para esas alturas ya andaba medio culeado porque sospechaba que Ojos Chicos podría pertenecer a una secta satánica, o peor aún, que podría ser una vendedora de Amway disfrazada. Fin del diálogo.

Luego, no sé porqué, durante todo el vuelo de regreso a Monterrey seguía pensando en que a lo mejor hubiera sido buena idea irme con la chinita para seguir contestándole preguntas existenciales. Se notaba que era mi fan. La próxima vez que vaya a Santa Monica la voy a buscar y son suerte me levantan una iglesia y me veneran y me convierto en dios Chafo. Total ser un dios en Los Ángeles no es tan difícil, lo difícil es no creer en algo o en alguien.

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