lunes, 5 de mayo de 2014

Nuestras pláticas

Hicimos picnic en tu cuarto. Era la noche del día del niño. Cenamos sandwiches y jugos ades. Mientras masticabas armabas un lego. Te pusiste serio, pero no solemne.

-Está padre ser hijo único.

Lo dijiste con la emoción en término medio, por eso no supe si era pregunta o afirmación. Platicamos del tema mientras yo, obsesivo, vigilaba que tus migajas cayeran en el plato y no en el tapete (quiero mantener mi récord limpio: seis meses sin ver una sola cucaracha en el departamento).

- ¿Si mami tuviera un hijo tú serías su papá?- disparaste sin dolo.
- No, mi amor, pero puedo ser su tío de cariño. La pareja de tu mamá sería el papá de tu hermanita o hermanito, si algún día lo tienes.

Acabaste de armar tu lego al mismo tiempo que desarmaste tu hambre. Dejaste las orillas del pan y un trago del jugo de manzana de soya. Siempre termino comiéndome tus sobras.

- ¿Tú vas a querer a mi hermanito aunque no seas su papá?
- Sí, Mateo, porque yo quiero todo lo que es tuyo: quiero a tus amigos, tu parque, tus juguetes, y claro que voy a querer a tu hermanito el día que lo tengas.

Recogí platos, vasos y servilletas. Fui a lavar y a acomodar todo. La cocina volvió al orden. Tenías lista otra pregunta cuando regresé contigo.

- ¿Tú ya no vas a tener hijos, papi?
- No lo sé. Primero tengo que tener una pareja, ahorita no tengo a nadie con quien tener un bebé.
- Puedes tenerlo con mami-, sugeriste.
- Cuando mami y yo éramos pareja te tuvimos a ti, nuestra mayor felicidad. Ahora ella tiene a su pareja y yo tendré una mujer, que estoy seguro te querrá muchísimo también.

Te quedaste pensando un momento. Imagino que en tu cabecita dorada intentabas armar el complicado árbol genealógico al que se enfrentran los hijos de padres separados. Es más fácil armar un lego que armar una familia compuesta.

- ¿Sabías que en Minecraft encontré diamante y voy a hacer una casa flotante con el piso de oro?

De ahí en adelante hablamos de la siempre más cómoda fantasía, sabiendo que cada uno de los dos se tiene que ir adaptando, todos los días, a la realidad.