jueves, 13 de diciembre de 2007

La de chonguillo

Muchas cosas buenas y malas trajo a mi vida el Regio, colegio Lasallista en el que cursé desde pre-primaria hasta prepa. Es decir, durante 13 años fui todas las mañanas al mismo lugar y recibí los mismos dogmas, los mismos puntos de vista, y comí los mismos pinches trikitrakes de la tiendita. ¡13 años!
Ojalá me alcance la memoria y me sobren las ganas para escribir en este blog los pros y contras de mi vida estudiantil en territorios de la Chepevera. Por el momento, me enfocaré en un episodio de mi adolescencia que recordé hace poco con algunos Spocs.

En el Regio, los salones (hasta prepa) eran de puros güeyes, o sea, si no tenías contacto con mujeres en tu colonia estabas jodido porque en el colegio convivías con puro tornillín. Por eso a uno se le desarrolló el trato con las mujeres ya hasta muy tarde, ya bien chiludo y todo zonzo. Si en la pubertad tenías una maestra coquetona, gorda y chichuda (como de hecho la tuvimos) era convertida por el grupo inmediatamente en un sex symbol, porque no había referencia alguna y preferías fantasear con la teacher gordita a no tener nada.

La ventaja de la secundaria es que estaba pegadita con la prepa, y de lejos, muy de lejos, podías ver una que otra chava y soñar algún día en preguntarle su nombre o la hora... o ya con verla estabas feliz.
En tercero de secundaria Mario y yo estábamos enamorados de una chaparrita de chongo. Ella fue nuestra principal plática durante un año, seguíamos con interés sus pasos todos los recreos y hasta íbamos a hincarnos a la capilla (porque ella siempre iba en el primer recreo) sólo para estar cerca de ella.
Todas las mañanas, todas, nos parábamos en un balcón del edificio para esperar a que llegara. Al principio éramos sólo Mario, Lolo y yo, pero luego el grupo que esperaba a la de chonguillo empezó a ser más numeroso, se sumó el Sebas, Paquillo, el Wilón y uno que otro mirón.

Total que el grupo de fans quedó como de 10 güeyes, aunque algunos iban a fumar o a ver a otras viejas. Mario y yo íbamos por nuestra chaparrilla, por nuestra dosis de ternura mañanera para agarrar fuerzas y enfrentar más tarde clases tan aburridas con temas como las fanerógamas, la química orgánica y los problemas razonados. Apenas salía el sol y ahí estábamos, pendientes a que llegara, haciendo guardia, no podías perderte ese momento de verla llegar caminando, siempre volteando al piso, escoltada por otras dos viejas con las que hacía viajes y moviendo su chonguillo a cada paso.

Los nacotes de nosotros hasta aplaudíamos cuando hacía su aparición porque al verla el día estaba ya resuelto. ¡Ah pero que no faltara!, porque inmediatamente el día se hacía larguísimo y tedioso. De la niña del chonguillo sabíamos hasta el nombre del novio, cuanto tiempo llevaban juntos y lo que hacían los fines de semana gracias a que Mario tenía informantes externos. Recuerdo que un fin de semana me la encontré en Dillard's de Macalen y me quedé helado, si hubieran existido los celulares habría llamado a Mario para presumirle mi encuentro.
Ella despertaba en nosotros, la neta, un cariño muy limpio, un enamoramiento inocente sin cachonderías de por medio (para eso teníamos a la teacher chichuda). Era una especie de amor que ya no vuelves a tener nunca más. Era además la ilusión de, por fin, tener una relación aunque fuera platónica con una mujer después de tantos años de reclusorio masculino.

Irónicamente pasaron los años y la vida nos acercó más con la niña del chonguillo. Yo anduve de hecho con su hermana menor y Mario a veces se junta con el esposo de ella, el mismo que era su novio cuando "andábamos por ella". A veces, ella sigue siendo tema en la peda y nos reímos de lo inocentemente pendejos que éramos.

Este post ya se hizo muy largo, pero creo que ese capítulo de mi vida vale la pena esta extensión. Ya nomás para rematar les voy a poner una canción, muy maricona por cierto, que me recuerda esa época en la que Mario y yo perdimos la cabeza por un chonguillo. Denle click y súbanle.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que barbaro!..como olvidarlo...yo no iba hasta la capilla a verla pero debo admitir que yo era fan de la del chonguillo y algun dia tambien aplaudi con ustedes cuando llegaba por la manana....Paco E

Anónimo dijo...

QUE BARBARO FLACO...BIEN EXPLICADO.....UN APLAUSO DE LUCAS POR ESTA PUBLICACION......Y LA ROLA.....JIJUELAJU!!!.....AUNQUE QUIERO DECIRTE ALGO....POR MAS QUE EXPLIQUES...NADIE TIENE EL ENTENDERS COMPLETO DE ESTE FENOMENO INTERNO QUE PASAMOS.....PORQUE APARTE FUE COMO AL MISMO TIEMPO...OSEA ESA IDOLATRACION FUE EN EL MOMENTO QUE TU ME DIJISTE MIRA ESA JURJUYA CON CHONGUILLO CARACTERIZTICO...Y SE TE OLVIDO MENCIONAR QUE HABIA UNA COMPETENCIA REAL Y FISICA DE QUIEN LLEGABA PRIMERO A LA ZONA VIP(V.I.PPBRR) A ESPERAR SU ENCUENTRO VISUAL POR LAS MANIANAS......SALUUUDDDD(COMO DIRIA EL PRIMO)

Anónimo dijo...

Con solo ver el nombre "la de chonguillo" supe a quien se referian, ustedes creen que nadie sabe de su amor platonico, pero creanme que ella misma lo sabe... Y aveces en nuestras platicas tambien sale esto a tema, y ella, como siempre, solo ve hacia el piso, sonrie como con pena y camina moviendo su chonguillo.