miércoles, 12 de diciembre de 2007

Aprovecha y lúcete

Estoy seguro que mi mamá no se va a enojar si digo que de ella heredé una gran facilidad para hacer torpezas: todos los días las cosas se me caen, o me tropiezo, o me pego sin querer en las paredes, o entro por las salidas, o pierdo las llaves, o borro un documento importante de la compu, etc...
No sé porqué se me hace imposible guardar la compostura y soy un excelente candidato a las cámaras escondidas.

A continuación les comparto dos torpezas con las que me lucí durante mi viaje a Londres:

Una.- Cuando entré al cuarto en donde iba a entrevistar a Diane Kruger (foto) iba yo tan atarantado y con un chingo de cosas en las manos que no vi un escalón de la chimenea y me tropecé al estilo de Chespirito. La actriz que estaba muy cool sentada en su sillón tomando café se levantó rápidamente para preguntarme si estaba yo bien. De los nervios, en menos de un segundo me sudaron las manos y la saludé así, todo húmedo. "Sí estoy ok,", le dije aún sintiendo el madrazo en los dedos de mi pie derecho. ¿Creen que con esta entrada triunfal puse en alto el nombre de los mexicanos?

Dos.- Casi todos los taxis de Londres son conducidos por ancianos. Nomás llegando, en el primero que me subí no le cerré bien a la puerta porque me dio temor que el viejillo me dijera que no la azotara y entonces se quedó medio abierta. El viejillo me dijo que por favor la abriera otra vez y la cerrara con mayor fuerza. Pero yo no encontraba la madre para abrirla. El viejillo se desesperó y me dijo: "No se preocupe, yo lo hago". Entonces sacó su brazo y quiso abrir la puerta desde afuera, pero en eso yo encontré la manera de abrirla y al cerrarla otra vez (ahora sí con muchos huevos) le machuqué la mano al anciano conductor. "Jisuscraist!!!", gritó bien fuerte. Y yo todo apenado diciendo "¡So sorry, sr, so sorry, sr!!!"
Todo el trayecto se la pasó echando madres y viéndome por el espejo retrovisor. Iba bien cagado él y yo todo orinado del miedo. Nomás lo veía mover la cabeza hacia abajo y sobarse. Pensé que me iba a raptar para agarrarme a chingazos con su boina. Todavía cuando me dejó en mi destino me enseñaba su mano prensada y yo no dejaba de decirle: "So sorry, sr... so sorry, sr". Realmente lo sentía, pero, ¿cómo le explico que soy discípulo de Chevy Chase?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja....Todos tenemos un Chevy Chase por dentro. a todos nos pasa, yo me vivia cayendo en las escaleras de la UDEM..te acuerdas??....Paco E

Anónimo dijo...

JURO... que cada vez que me acuerdo de este post vuelvo a el para leerlo y dedicarme unos minutos de carcajadas!! No se por que me da tanta risa la escena del escalón de la chimenea...

Anónimo dijo...

que increible
creo que huviera valido la pena que en tus proximos viajes con las estrellas, lleves contigo una cam oculta pero no para grabar a las estrellas, sino para ver esos chespirasos...
que chingon, te tropesaste delante de una de las mujeres mas hermosas del mundo, de la musa de chanel, hahahahahah, lo mas chido huviera sido que le huvieras tirado el cafe, y cuando te levantaras de rompieras la nariz de un cabezaso
hahahahhaah

Anónimo dijo...

Que barbaro!! estoy llorando de la risa nada mas de imaginarme al viejito todo repelon y enseniandote su mano a la vez que te esta recordando el 10 de mayo por el peq incidente jajaja
L