martes, 25 de marzo de 2008

Road trip

Ayer les platiqué del romance que tiene la Maga con IKEA, y hoy les comentaré de una parte de las vacaciones que a mí me gusta mucho: manejar en carretera. Lo raro es que andar detrás del volante en la ciudad me pone de mal humor, pero la carretera tiene efectos terapéuticos en mí. El chiste es elegir buena música y que la naturaleza ponga de su parte para que no te llueva.

Este placer carretero es relativamente nuevo, porque de niño no era nada divertido viajar en un Renault 12 sin clima de Monterrey a Durango, tierra en la que nació mi mamá y que era nuestro principal destino vacacional.

Recuerdo que salíamos muy temprano porque mi papá tenía (tiene) la teoría de que después del mediodía todas las carreteras se llenan, entonces había que ganarle al tráfico. Íbamos con lonches, fritos, sodas, algunas almohadas; pero las que no podían faltar eran un par de toallas que colgábamos de los vidrios como cortinas cuando "la calor" se ponía grosera. La mera elegancia, salíamos de viaje Totalmente (Gómez) Palacio.

Mi mamá no tardaba en dormirse, pues dice mi papá que ella nomás no ve semáforos y se queda jetona. Para Irene y para mí era casi imposible dormir con ese solazo y ese ventarrón. Apenas llegábamos a Saltillo y ya le andábamos fregando a mi papá preguntándole cuánto faltaba para llegar.

La primera parada a mear ocurría invariablemente en Paila. -¿Alguien quiere ir al baño?, aprovechen ahorita porque ya no me voy a parar- nos amenazaba mi papá. Entonces llegábamos a un restaurancito bien amolado que tenía una puerta dura de tela de alambre que rechinaba y se azotaba a cada rato. Nunca había jabón para lavarte las manos, pero como consuelo te ponían detergente en polvo Salvo (¡me salva!) con el que salías del baño oliendo a una mezcla extraña de entre chacha y lima limón.

Otra parada obligada era Torreón para visitar a la tía Muñeca. Aunque nunca le avisábamos que íbamos a caerle siempre nos recibía como si ya nos estuviera esperando. Llegábamos a su casa a la hora de la comida y entonces la hermana de mi papá sacaba del refri todo lo que tuviera para darnos de comer. A veces mi primo "Luisín" (que ya está llegando a los 40 pero le seguimos diciendo Luisín) se lanzaba por unas tortas de pierna al puesto del "Perico".

Luego de una larga sobremesa nos íbamos despidiendo de la tía Muñeca y a ella siempre se le salían las lágrimas, ¡apenas habíamos estado dos horas con ella y ya nos extrañaba! La despedida siempre era la misma rutina: nosotros encima del calientísimo y sofocante Renault mientras toda la Muñeca's Family afuera de la casa nos despedía una y otra y otra vez; ella no dejaba de llorar pero nos chiflaba fuertísmo, (como si fuera el albañil mejor entrenado), hasta que nos desaparecíamos por la avenida. Todos nos cagábamos de risa. Bien comidos dejábamos atrás la zona de la Laguna, pero si mi jefe todavía traía un antojito se detenía en Cuencamé para comprar gorditas rellenas de deshebrada con chile rojo, frijoles y nopalitos. -¿Quién va querer gorditas?- nos preguntaba echando grito aún sabiendo que el único antojado era él.

Y así tomábamos la recta final del viaje, otras tres horas para llegar a Durango en donde nos esperaban mis abuelos maternos, Pane y Mane, de cuyas vidas e historias podría escribir muchos renglones más, pero que por el momento dejaré su memoria en paz.

Pues sí, mañana salgo a carretera, espero que para el viajero novato que es Mateo la experiencia le resulte agradable. La Maga es como mi mamá, se duerme mucho antes de la primera caseta. Que Dios nos bendiga. Si me topo con una compu me meto a saludarlos, si no, por aquí nos vemos el lunes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu papa me recordo al mio! Nosotros tambien siempre madrugabamos para viajar por la mismita teoria, me pregunto y de donde sacaron eso ellos?
Al rato te veo diciendole a Mateo, apurate Mateo porque ya es tarde se llenan las carreteras! :-)

Feliz Viaje!
que se divierta mucho Mateo, por cierto esta preciosoooooooo!

y que tu esposa no se emocione demasiado y se quiera traer todo IKEA :-)
saludos
L