lunes, 18 de febrero de 2008

Niña embarazada

Ya encontré a la mujer que quiero que sea mi nuera: ¡Juno! Lástima que ella sea sólo un personaje de cine, pero me encantaría que Mateo pudiera encontrarse en la vida con una chavita como ésta. La madurez con la que tomó su embarazo prematuro y su sentido del humor son ya motivos para darle nuestro apellido.

Cuando yo estaba en prepa la putés de una mujer se medía en base a la cantidad de novios fugaces que ésta tenía, o en el largo de las minifaldas que usaba. Veinte años después las adolescentes usan una pañoleta como falda y tienen los novios que ellas desean. ¡Oh, Cristo Redentor!

Creo que pertenezco a la última generación prejuiciosa que estigmatizaba la sexualidad de las mujeres. Y debo decir que parte de ese estigma venía de las propias mujeres. Es decir, las primeras que se alejaban de las "putas" que se atrevían a meterse con el novio o el amante en turno eran precisamente las mujeres (a veces amigas de la "puta") y eran las que regaban la pólvora con el chisme. Obviamente también había hombres hocicones que se encargaban de ensuciar la famita de su novia. Pobres de aquellas quinceañeras señaladas como fáciles porque la mala reputación era una piedra en el zapato durísima de sacar.

"¿Y luego quién te quiere si ya te usaron?", podría ser la estúpida lógica en contra de las que ya habían tenido relaciones a finales de los 80's. A mis compañeras de prepa nunca se les hubiera perdonado un embarazo y si acaso alguna se atrevía a confesar que ya no era virgen usaba el argumento de que había sido "sólo por amor". Sí, en esos años todavía se pensaba que las mujeres se "entregaban" sólo por amor. ¿Y el deseo sexual?, ése no existía, era puro sexo con amor y si no era por amor, entonces las mandaban a la hogera de chismes.

Por eso me resultó tan refrescante la película de Juno. Porque deja a un lado ese debate tan regiomontano de que sólo las putas o las muy enamoradas tienen relaciones sexuales antes de cumplir los 18 años. Lo deja de lado y se centra en la importancia de madurar (esa punzada que siempre duele cuando llega), en asumir responsabilidad de los actos propios y en descubrir el verdadero amor en todo ese trayecto tan difícil que es conocerse a sí mismo.

Puedo suponer que algunos de mis amigos que tienen niñas chiquitas se preguntan y se preocupan pensado cómo serán sus hijas entrando a la pubertad: ¿Serán facilonas?, ¿precoces?, ¿putonas?, ¿persignadas?...
Yo les diría que vieran esta movie y que esperaran a que sus hijas tuvieran el enfoque y la inteligencia aplicada a los problemas que tiene Juno. Y no me refiero a que aplaudan que una niña se embarace a los 16 años, me refiero a que este personaje tiene los ovarios tan grandes como para enfrentar una realidad poco agradable y también tiene mucho carisma como para salir viva de las consecuencias y del rechazo social por regarla.

Amigos, si tienen una hija con estas características en unos años se la presentan a Mateo y nos hacemos consuegros. Por ahora, nos toca enfrentar el lunes, pero para que se distraigan un rato los dejo con esta canción, una de las muchas buenas canciones que aparecen en esta película. ¡Véanla!

1 comentario:

Kózmica dijo...

Andaba buscando este post hace mucho. No daba con él. Recién vi la película pero recordé que habías escrito algo sobre Juno.

Aunque no lo creas me siento como una adolescente que se creyó un cuento rosa, una chica que metió las 4 patotas y aún le faltaban cosas por vivir. He tenido altas y bajas en este embarazo y tu blog me ha ayudado muchísimo a rescatar lo bueno.

Un día dije que no tendría hijos, era fácil imaginarme así, o que tal vez los tendría si encontraba una pareja, la encontré y resulta que ahora me veo como toda una madre soltera, a la cual, un mes de abril dejaron en una estación de un tren que no sabe que destino tomará.

Hay gente que hasta de adopción me habla pero siento que soy una mujer fuerte que ha enfrentado todo tipo de cosas y siempre sale bien librada. Esto no es más que una nueva etapa y como tal quiero aceptarla. Aunque reconozco que el embarazo me volvió débil sé que pronto pasará todo esto y seré la misma luchona, además mi famiia está a mi lado todos los días.

Esta película me ayudó a darme cuenta que no pasa nada, nadie tiene porque juzgarme a estas alturas de mi vida. Te digo, yo me siento Juno, que de repente la persona que también participó la dejó a la deriva pero que con muchos ovarios decide no dejarse apachurrar ni vencer. La única diferencia es que yo si me quedaré con la beba.

Disculpa que me haya abierto de esta forma pero no me atrevo aún a decirlo ni en mi blog y me sirvió de catársis.

Un abrazo!