martes, 28 de julio de 2009

Cuando las suegras se van

Suena el teléfono. Otra vez el chingado teléfono. Maldito invento. Sí, pero, ¿de qué otra manera nos comunicamos? ¿Cómo puede dar el pésame la gente que está lejos si no es a través de un teléfono?.

Parece chiste de humor negro que en medio de un velatorio se escuchen de manera incisiva ringtones de celular con mambos de Pérez Prado, o con la guitarra de entrada de Sweet Child O' Mine. Suponemos que es muy divertido personalizar el sonido de nuestro teléfono móvil, pero no tomamos en cuenta lo molesto que resultan las llamadas entrantes cuando se pretende estabilizar un duelo.

El cáncer tiene una mala fama bien ganada. Dicen que a veces dura tanto la enfermedad que mientras consume al paciente va desintegrando a la familia de éste, porque los que deben cuidar al enfermo se avientan la responsabilidad unos a otros como si el que agoniza fuera una bomba en cuenta regresiva, o un estorbo.

Afortunadamente, la vida consiste en acumular excepciones a la regla y no adaptaciones a la generalidad. Hoy quiero compartir que el cáncer no siempre destruye familias, pues por extraño que suene, el que padeció mi suegra unió mucho a la suya(mía).

En particular me gustaría subrayar que la Maga y su mamá estuvieron juntas en la agonía como no lo habían estado en la salud. Recuerdo que antes de casarnos la suya era una relación ríspida, como supongo lo son muchas de las relaciones entre madres e hijas, sin embargo, en los últimos seis años las dos fueron perdonándose y olvidando sus diferencias anteriores por culpa del cáncer (y gracias a él). La enfermedad mortal las enfocó en el ahora, las urgió de sí mismas y ambas se acompañaron en los picos más bajos del padecimiento.

Cuando escribo de la relación que tengo con Mateo mis comentaristas frecuentes hacen el favor de echarme porras argumentando que soy muy buen papá simplemente porque procuro dar tiempo de calidad a mi hijo. Agradezco sus comentarios, pero hoy quiero aclarar que lo que Mateo tiene es una estupenda mamá. Estoy seguro que ustedes estarían de acuerdo conmigo si hubieran visto a la Maga día y noche atendiendo las necesidades de su madre enferma, desde las más básicas como alimentarla por medio de una sonda, cambiarle el oxígeno y bañarla, hasta aquellas más delicadas que incluso algunas enfermeras se sortean para no hacer.

Desde que di de alta este blog he estado obsesionado con explicar hasta dónde llegamos los padres por nuestros hijos, pero nunca me había cautivado tanto dirigir mi reflexión por el hasta dónde pueden llegar los hijos por sus padres. Estoy seguro que mi esposa se ha graduado con honores en esa materia. Todavía la madrugada que murió mi suegra, la Maga sobó su estómago, dio masaje a sus extremidades y frente, la cambió varias veces de pañal, se inclinó a escucharla, le habló con dulzura. Poco después del amanecer, ambas se quedaron dormidas, pero una sola abrió los ojos para llorarle a la que no lo hizo.

Otra de las pestilentes reputaciones que tiene el cáncer es la de ser un perfecto aguafiestas. Y eso es muy cierto. Los episodios más delicados que tuvo la salud de mi suegra coincidieron con las fechas en las que se supone había que festejar más: La boda de sus hijas, el nacimiento de su nieto, cumpleaños, navidades, etc. Siempre, cuando venía una fecha celebrable, el antígeno subía de nivel y eso daba pie a una nueva temporada de quimioterapia. A muchos nos daba miedo mencionar las buenas noticias, pues el cáncer siempre tuvo la última palabra.

Pese a todo, creo que el final si no feliz, fue sereno. Hoy la familia está junta, sellada. Ya viene el otro proceso, quizá el más agudo, que consiste en adaptarse a las ausencias, a los breves espacios, diría Milanés. Ésta no será la única vez que escriba al respecto, pero creo que por ahora es suficiente.

Un último apunte: El día del funeral la Maga traía puesto un vestido negro de su mamá.
Se veía hermosa.

26 comentarios:

L De dijo...

aunque no lo creas mientras leia esto me puse a llorar entiendo perfecto por lo que pasa tu esposa perder a aun padre por culpa del cancer es muy doloroso, toda la enfermedad es muy dolorosa y de todo corazon te doy el pesame

Anónimo dijo...

al final para eso es el telefono, y dijo mi sabia tía victoria que ya murio, que tambien para eso sirve el cancer, para que todos esten al pendiente de ti y al final logren la convivencia que ella no consiguio en años. afortunadamente tu esposa tuvo esa integración aún en vida de su madre, es un balsamo que se queda en el alma. tienes toda la razón, Mateo tiene una maravillosa madre.
Un abrazo

Anónimo dijo...

+ un abrazo para los dos...y que descanse en paz.

NTQVCA dijo...

Un abrazo.

Lu dijo...

Gracias por compartirlo..
un Abrazo..

Unknown dijo...

Que fuerte!!!
Un abrazo

Afasia Anómica. dijo...

Ironico, el cáncer también me ha dado un motivo más para seguirte admirando, no cualquiera comparte esas cosas.

Un abrazo a los dos.

Unknown dijo...

es lamentable que se tengan que dar este tipo de "sucesos" para que uno deje de pensar en sus "intereses" y se acerque más al pariente enfermo en cuestión.

Es de verdad triste, que sólo así se puedan decir todo lo que sienten, los perdones merecidos, los te amo que día a día no se dijeron.

Gracias por compartir esto y de verdad, les doy el pésame.

Lupita V dijo...

yo les envio cantidades industriales de abrazos....

Selita Quick dijo...

..........

Un abrazo.

Benjamín dijo...

Un abrazo!!! Resignacion y no olvidar los buenos momentos.

El Tipo dijo...

Descanse en paz.

Y otra vez señor, usted logra captar instantes y plasmarlos a la perfección por escrito. Si no es usted buen padre al menos es un excelente escritor. Mi pesame para su señora, pero bueno, para adelante!

ontobelli dijo...

Y más lamentable cuando el cáncer se ensaña con los niños.

Ya dejó de sufrir.

Lilo dijo...

Cuando yo perdí a mi padre no tuve tiempo de atenderlo, cuidarlo, cambiarlo, hablarle con dulzura y hasta resignarme. Un infarto fulminante me lo quitó rápida e intempestivamente así de un día para otro.

Admiro el valentía de la Maga... no nos queda otra que seguir adelante, porque no hay mejor manera de honrar a alguien que ha partido que haciendo cosas de los que ellos se hubiesen sentido orgullosos.

Y sabiendo aún que algún día nos volveremos a encontrar.

Un abrazo muy sincero de una desconocida.

Lourdes dijo...

Sin palabras ...
QEPD tu suegra
un abrazo para todos y en especial para tu esposa mi mas sentido pesame.

Kózmica dijo...

Un abrazo con todo cariño

Lau dijo...

hola E... tocaste la fibra más profunda de mi corazón, estoy muy conmovida, en verdad admiro mucho a Maga que entereza y valentía...les mando un fuerte abrazo a los dos

La Rosy dijo...

lo siento mucho, un abrazo a tí y a tu familia.

kerubin@ dijo...

Que lindo verle el lado amable a los sucesos desagradables, quedarse con lo positivo aunque en el intento la nostalgia del que se fué nos apachurre el corazón.

Reciban tu y tu familia un abrazo fuerte a la distancia de éste desconocida que te lee siempre.

Jesse Leyva dijo...

un abrazo...

Are!! x) dijo...

no hay palabras suficientes cuando quieres describir la ausencia de alguien en un espacio inllenable, verdad?..

un abrazo!!

Silvi Rivoira dijo...

Este post habla bien de vos y tu familia.
Un beso.

MLD dijo...

ES VERDAD LO QUE DICES FLACO....LA RELACION QUE TUVE CON MI PAPA DESPUES DE SU ENFERMEDAD FUE ALGO DIFERENTE A ANTES.NO SE CUAL FUE MEJOR SOLO DIGO DIFERENTE, ES COMO SI NOS INTERCAMBIARAMOS PAPELES QUE HABIAMOS HECHO POR TREINTA Y TANTOS ANIOS CADA QUIEN....LA SENSIBILIDAD DE TODOS, DE EL,LA FORMA DE DISFRUTAR LO COTIDIANO,LA COMIDA, LA PLATICA, EL APAPACHO, ETC....ESA MENDIGA ENFERMEDAD NOS DIO TIEMPO DE REIVINDICARNOS A TODOS....ES ALGO RARO.....SALUDOS

Brenda dijo...

Reciban de mi parte un abrazo muy fuerte. Descanse en paz.

Guffo Caballero dijo...

Un abrazo muy fuerte, Eugenio.

Marxe dijo...

Las palabras sobran y los abrazos faltan, en particular cuando la relación es virtual. Mis deseos de una recuperación sino pronta, profunda a la Maga, a ti y a Mateo.

Los felicito a los tres por lograr esa integración familiar y por ser y tener personas tan completas a su alrededor.