miércoles, 14 de enero de 2009

Alegrías de mediodía

Luego resulta que las frases que más odio son las que mejor explican un fenómeno, razón o circunstancia y ni modo, allí ando diciéndolas como si me gustara decirlas. Por ejemplo, hasta hace unos meses me daba asco escuchar que: "Las muchachas son la alegría del hogar", pero hoy no sólo creo ciegamente en esta frase, sino que la digo muy machín con las dos manos en la cintura y columpiando la cadera.

A esas bonitas personas que nos visitan de otras partes de la república y el mundo, les explico que una "muchacha" es aquella jovencita o señora que ayuda con el quehacer de la casa, es decir, que limpia la grasa, recoge el mugrero, contiene el caos, esconde la pelusa debajo del tapete, custodia a los hijos y se come la última pieza del Pollo Loco que habías guardado para la cena.

Empleada doméstica es un título políticamente correcto para esta profesión, pero en lo oscurito también se les llama "sirvientas", aunque a las conciencias culposas y frágiles este sobrenombre no les gusta porque se les hace despectivo (aunque no se les hace despectivo tratarlas y hablarles de la fregada de vez en cuando) y entonces lo cambian por el eufemismo de "Señora que ayuda con el aseo", o ya más mamonamente, "Personal o gente de servicio".

Entiendo que en otros países pagar para que alguien barra, sacuda y trapee es un lujo, pero acá en México cualquier ciudadano medianamente jodido puede hacerse de los servicios de estas útiles personas. Además, las casas aquí se ensucian más que en Estados Unidos o Europa pues contamos con un polvo reloaded que no desaparece nunca, sólo cambia de lugar.

La leyenda urbana dicta que las muchachas más aplicadas son aquellas que vienen de San Luis Potosí, y que también salen buenas las de Tabasco y las de Chiapas. Pero mucho cuidado con las de Chihuahua porque son broncas y tampoco hay que abrir la puerta a las de Sinaloa porque son unas grandulonas que hablan recio y cantado. Dicen que las de Nuevo León son divas que exigen uniforme nuevo cada quincena (o cada piñata, lo que suceda primero).

Su lugar de origen no es tan importante como la química que la muchacha tenga con tu esposa. Si hay flechazo y entendimiento a la primera, ya la hiciste, pero si la cosa empieza amañada entonces sufrirás porque en una esquina estará tu mujer quejándose de que la "chacha" no sabe planchar, y en la otra tendrás a la sirvienta salando el pozole, nomás por joder a la matrona.

Recuerden amiguitos: Una vida feliz es igual a una esposa feliz que es igual a una chacha eficiente y puntual que es igual a utopía.

Estoy seguro que Navidad es una fecha triste, no tanto porque despierta nostalgias por aquellos familiares que ya no están (¿y si nunca estuvieron?), sino porque es una época en las que las muchachas se largan a su rancho por tiempo indefinido y dejan desvielado el equilibrio de la casa. Su ausencia se nota al tercer día según las escrituras pues de golpe ya no encuentras canelos que ponerte, la mesa no se sirve sola, yace un Elmo ahogado en el baño de visitas, cacas de Ramona se acumulan en un patio minado y el olor a Pinol Pinol es un fantasma que ya no se aparece... En pocas palabras, el confort empieza a sacarte la vuelta.

No vayan a creer que un servidor está acostumbrado a tener servidumbre 24 horas 7 días a la semana (aunque sería una chulada). Nada de eso. En mi casa de casado gobierna la cultura del cada quien lava su plato y cada quien se hace responsable de su mugrero, pero sí ocupamos una muchacha dos días a la semana para soportar lo insoportable.

Todo este rollo como de Gloria Calzada es para platicarles que la Maga y yo no hemos tenido ayuda-muchacha-sirvienta durante un largo mes. La casa está como para tomarle una foto y presumirles que nos agarró la cola del huracán Katrina. Por suerte, Leonor, la muchacha-comadre de mi mamá, se ha dado un par de vueltas para mover el polvo de lugar y la Maga el otro día sudó la camiseta amaestrando pelusas, pero de que es un desastre lo es.

Hoy termina nuestra maldición porque llega, si es que llega, una muchacha nueva a hacerse cargo del desmadre. Por tal motivo, ayer en la noche recogimos el mugrero que habíamos cultivado durante un mes temiendo que la recién llegada fuera a espantarse con el desorden. Es decir, limpiamos la casa para que la persona que se encargará de limpiarla de hoy en adelante tuviera una buena impresión de sus habitantes. Haciendo uso de otra frasecita odiosa pero eficiente: uno nunca sabe para quién trabaja.

P.d. La casa que aparece en este video de REM también necesita una muchacha.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola Eugenio!
Te leo con frecuencia, hoy no pude dejar de comentar me identifiqué plenamente con tu post.
Se lo mandé al amo ( marido ) obviamente coincide contigo ja!!
me encantó... BIENVENIDA LA ALEGRIA DEL HOGAR!
Saludos...
Lu

la burbuja de yol dijo...

Entiendo perfectamente ese sentimiento. Yo tengo a la Sra. Marta "chilerexs" desde que estaba soltera y vivía con mis roommate. y Hoy es su último dia porque la van a operar, osea que voy a estar 2 meses sin ella y no se como me voy a organizar!!!.
mis respetos para las mamas que son amas de casa, es una friega!!.

si sale buena me la recomiendas??

Anónimo dijo...

Pues hoy es fecha aún que añoro y extraño a mi querídisima Vicky, que por culpa de sus hijos ya universitarios, ya no la dejaron volver.
Su vida es asi como de cuentito.
ella se esforzó, su marido igual y al final tuvieron a sus hijos en la universidad, becados, y con excelencia academica.
Estuvo conmigo durante 7 años, era originaria del estado de Hidalgo, y era una preciosidad, para todo, educada para ser "muchacha" en casa de Polanco, llego a mi depa de recien casada a ponerlo como una tacita, reluciente y todo perfecto y exacto.
La ropa la planchaba como de tienda departamental.
es fecha, aún que le lloró.

Ahora tengo a la graciosisima majestad Sabina, y pa que me entiendan, se arregla más que su patrona, osea yo.
pero, si, realmente es la alegría del hogar.

kerubin@ dijo...

Hola Eugene, yo ya no vivo en Monterrey y de verdad que lo único único que extraño de allá es esa alegria hogareña. Aquí donde vivo, las chachas cobran como arquitectos o cirujanos plásticos, así que ni soñarlo.

Por cierto, no has pensado en escribir un libro con todas tus anécdotas/pensamientos?. Escribes muy lindo, sería un bombazo!.

Saludos!

Ñets dijo...

Lu: ¡Ja!, sí es que los hombres también sufrimos la ausencia de la chacha (porque el hueco que deja va directamente proporcional al genio que desarrolla la esposa -y nosotros-).

Yolita: ¡Dos meses!, aprovecha para darle gas, ¿no?, ¿O ya hay cariño?

Lupe: Sé de lo que hablas. Nosotros le lloramos aún a una que tuvimos recién casados que era obsesiva con el orden, hasta sospechamos que antes trabajó en un hotel porque dejaba todo como suite. Desde que se fue a todos los remplazos les ha faltado algo.

K: Sí, amigos que viven en USA me dicen que hay chachas que llegan en carros de lujo y que cobran la hora ardiendo.

Silvi Rivoira dijo...

Yo creo que la solucion esta en buscarse una chica que nos ayude con los quehaceres domesticos con las siguientes caracterisiticas: Que sea huerfana ,hija unica y de padres huerfanos hijos unicos.De alguna religion que no festeje el fin de año ,las navidades y menos los cumpleaños.Bien feita tirando a lo desagradable para evitar novios.
Y sobre todas las cosas sobornable ....que por unos pesillos mas se queda las fiestas, el año nuevo y las vacaciones auxiliandonos en casa.
No nos dejen!!

Silvi

David dijo...

No mouse,

¡me sentí totalmente identificado! La mía, Leonor, tiene absoluto control de mis calcetines, un grave problema que nadie antes pudo controlar. Ya le envié tu post a mi mujer, nomás para que entienda porqué no podemos dejarla para ahorrar con tal de cambiar la troca.

Ontobelli کτγℓع dijo...

"Las muchachas son la alegría del hogar"

Entiendo a lo que te refieres y no cabe duda de que tener una facilita muchas cosas. Pero eso es un pretexto, para tener a quien culpar. De otro modo no se explica que en el primer mundo la estabilidad familar sea mayor que en México (menos divorcios), siendo que las sirvientas son un lujo solo para ricos. Algo no cuadra.

Creo que el problema es que las mexicanas se han vuelto (o siempre han sido) muy flojas. Y muchas no quieren trabajar para aportar dinero y tampoco en las labores de la casa. Si el matrimonio no es para que uno trabaje y la otra goce el dinero y el ocio, para eso mejor soltero.

el mono bailarin dijo...

jajajaja polvo reloaded, que buen blog men y la casa (de mi jefa) donde vivo en vacaciones esta igual de "pinchi chiquero" como dicen en mi rancho y la verdad es que esas tipas podrian dominar al mundo si se lo propusieran, imagina los pinos sin "señora de aseo" (porque la de mi mamá ya regalo su tesorito) o la casa blanca...

por eso yo vivo en un bonito y acajedor chiquero...

saludos y esta bueno tu blog ya tienes un "fans" mas...

Lau dijo...

yo no entiendo porque limpiamos la casa antes de que llegue la nueva muchacha... yo siempre lo hago... tiene eso sentido????

Unknown dijo...

Ja,ja. Verdades como puños. La señora que nos ayuda en casa se llama "Piedad". Menos mal, porque si no íbamos apañados. Una vez, llegué a casa por sorpresa y la pillé fumando en el lavabo. Otra vez, no limpió porque había unas serpientes de goma en el baño y les tiene fobia. Además, sospecho que se toma todas las pastillas que encuentra en la casa.

Anónimo dijo...

A ver, me tengo que defender...Eugenio eres un exagerado, no fue ni un mes sin muchacha, y si habia algo de pelusa debajo de los muebles, debajo.
Que prefieres irte al trabajo con la camisa sucia y arrugada y llegar y no tener comida o vivir con algo de pelusa abajo de la cama???? Para ti mi bolsa en el sillon es desorden, los fines de semana tiendes la cama comigo adentro!!!! es cierto, no exagero. Yo creo que en dicimbre todas las casas estaban igual, por lo menos las de mi cuadra.
Ontobelli, yo conozco a muchas mexicanas flojas y otras que no lo son, por lo menos en mi casa no las hay. No vengo una familia mexicana pero, me crie en Mexico.
Soy arquitecta y pinto murales osea que no siempre tengo trabajo y cuando lo tengo, no dejo de ser mama ni ama de casa. Yo no gozo del dinero de nadie sin habermelo ganado. Trabajo desde los 15 anios y tiendo mi cama desde los 10, nunca he dejado de trabajar, ni de hacer el aseo, no trabajo en una oficina porque primero soy mama y no tengo corazon para dejar a Mateo en una guarderia, ya entrara al kinder y tendre mas tiempo para trabajar y mover muebles para limpiar pelusas. Me voy porque tengo que hacer la comida y cambiar paniales.

Anónimo dijo...

QUE BUENA CONTESTACION MAGA. YO LE DOY UN 10.......SOLO TE FALTO DAR EL ESTOCASO FINAL:

PONGANSE A JALAR Y DEJEN DE DECIR PENDEJADAS!

Ñets dijo...

¡Ésa es mi vieja!, ¡ésa, ésa, ésa!

Ontobelli کτγℓع dijo...

jajaja.

Maga, yo no lo decia por ti, ni te conozco, sino simplemente comenté algo que veo todos los días a mi alrededor. Mujeres flojas que quieren ser mantenidas, no quiere trabajar y además no quieren hacer nada en casa.

A mi me parece un trabajo muy digno y pesado el ser madre y atender una casa. La humanidad lo ha reconocido así al tener una división del trabajo. Y MUY en especial cuando se tienen niños pequeños que merecen la atención de su madre. Y es cierto, no siempre se está de humor y se tiene ganas para tener la casa impecable, tampoco es algo grave. Y menos cuando se tiene la depresión postparto.

La mujer tiene derecho a trabajar en lo que le guste. No niego eso. Lo ideal es que eso no sea a costa de sus hijos y su familia. Igual para los hombres, que muchos se olvidan que tienen familia por ser workoholics.

Saludos.

Anónimo dijo...

Que buena revolcada le dió Doña Maga al Onto, para defender nuestro gremio
gracias!!!