Maldito sea
Don Gato y su Pandilla, qué huevón era el
Capitán Cavernícola y qué poca madre la de los
Picapiedra, en serio.
En los años
ochenta todos estos personajes no empezaban a
chambear en la tele hasta después del
mediodía. Tragándome en el desayuno una bacinica llena de
chocokrispis, mis manos de niño abrían el sucio papel del periódico para consultar la programación del
canal 6 (
5, para los chilangos) e inmediatamente me daba cuenta que las
caricaturas no daban función en la
mañana. Mira qué chulada,
Azcárraga.
Mientras en el
chafísimo canal local estaba la misma señora gangosa preparando una receta tan gourmet como la de los huaraches planchados en salsa de chile ancho, allá, en el canal supuestamente destinado a divertir a la
infantería (
niños, niñas) no había
nada programado más que
BARRAS Y MÚSICA. Así decía en el periódico, "Barras y Música", ¿qué
chingados era eso? Muy sencillo, tú le ponías en el canal y en el monitor sólo aparecían las barras de
colores que arriba muestro acompañadas de lastimosa y
tortuosa música de
Ray Conniff.
Y es que la televisión
24 horas era una locura impensable en aquellos años. Ni siquiera a esas horas había
infomerciales (
que a veces son más entretenidos que los programas). Sepan ustedes que yo era un niño
asmático que durante estas fechas de
alergias y cambios climáticos la
bruja me chupaba y me quitaba toda brisa de
aire a la redonda. Cuando amanecía yo muy
planchado mi papá,
Yuyo, dejaba que me quedara en casa para andar por ahí respirando como un
Darth Vader ñango y ojeroso.
Pero eran mañanas muy largas sin
caricaturas. Entonces me la pasaba viendo a Leonor "alzando la casa" y a Doña
Irene hablando por
teléfono con cada una de las mujeres apuntadas en su directorio, de la
A a la
Z. Mi mamá empezaba la conversación telefónica con su comadre
Armida y terminaba con la
Sra. Zamora; en el ínter despachaba a sus hermanas, a las amigas, a las de aquí y a las de
Durango, a las de la iglesia y a las del
bingo. Siempre colgaba apurada explicando que ya tenía que hacer la comida, pero nomás ponía el
auricular en los brazos del teléfono cuando éste
sonaba de nuevo. Poco antes de la llegada de mi papá, se ponía en chinga a preparar un
picadillo en salsa roja, fréjoles y arroz. Todo a
última hora, antes de que
Yuyo llegara con la bata de doctor
sudada en la espalda y con cara de haber padecido el -
ya desde entonces- espantoso tráfico de la avenida
Gonzalitos.
Sin caricaturas las mañanas eran muy largas y
aburridas como ya les dije. Con el
asma no podía hacer un esfuerzo breve sin
ahogarme, por eso me ponía frente a la tele esperando a que se terminaran las
barras y la música y a que Mandibulín y el Tío Gamboín se
personaran. Me encantaría
mentir y contarles que pasaba aquellas horas de espera
leyendo un libro de cuentos, pero más flojos que mis
bronquios fueron mis ojos que nomás veían letras en fila eran envueltos en un sopor
mayúsculo. Desarrollé el gusto por la lectura
muchos años después, cuando un
alguien muy importante me recomendó entrar en la
Rayuela de Cortázar.
En aquellos años
asmáticos si llegaba yo a tomar un objeto
empastado eran las revistas
Vanidades que coleccionaba
Irene y en las que había muchas
chichis y muchas
petacas para comentar con
Manuela en la sobremesa. Ya les he platicado que yo nací
dos veces, la primera en
1973 y la segunda años más tarde, el día que vi un anuncio impreso del
Cross Your Heart de
Playtex, aquél brasier que les daba a las
tetas un aspecto
picudo, como de chopo, parecido al estilo que
Madonna usó en la gira Blond Ambition bajo el diseño de
Jean Paul Gaultier...
...Hago una
pausa después de escribir este rollote que se acaban de
merendar. ¡¿Qué escribí?!...
Si blogger se anima, me gustaría inscribir esto en la categoría de el
Mejor Post que No Dice Nada en la ceremonia del 2008. La verdad, yo tenía ganas de
comunicarles que en estas fechas prenavideñas ando con la mente muy en la onda de
Barras y Música. Ando como que ido, pensativo,
bloqueado, pero no deprimido, o mejor dicho:
No sintonizo ni una señal. Sólo quiero vacaciones sin asma. Otra vez mis ideas andan caminando como
gallinas orgánicas que no conocen
corral, cada una jala pa' su lado. No creo que esto sea malo. Lo único que puede pasar es que ustedes
cambien de canal (
de blog) y se salgan de aquí con la sensación de haber devorado un bistec
sin sal. Creo que estoy
cansado de trabajar. Eso creo, pero no me crean.
Hago un recorrido por los
blogs que me gusta leer e imagino que sus autores andan igual, pues
pocos siguen publicando cosas
decentes. Ni modo amigos,
éste es uno de esos posts
chocantes en los que un servidor intenta
justificar que no tiene nada que escribir. Puras
barras y
música.
9 comentarios:
jajaja
Me gusto tu tono ironico y desbalagado. Sabes, yo tambien soy alergica. El otro día en el hospital, a la espera de consulta con varios niños, pues es una enfermedad que inicia en la infancia, comentaba la mamá de una niña lo dificil que era la vida para la pequeña, yo que lo vivo en carne viva pues me extendi en la charla, que si, la simple azucar de los churos me lastima la garganta pero me encantan los chuuros azucarados y crujientes, asi q de vez en cuanto como alguna e inmediatamente despues bebo grandez cantidades de agua caliente para distraer a mi garganta, etc; le señale a la niña las opciones para poder comer de vez en cuanto un chocolate.
La mamá de la niña decía, que como no puede jugar como las demás de su edad, le ha dado por escribi, si, la niña asmatica quiere ser escritora, me rei al escucharlo y despues pase a consulta.
Los días con barras son melancolicos, pues aunque el año acaba el 31, ya nada se mueve, ya toda la gente esta esperando el tramite, la cena, etc, y estoy aburrida y melancolica pero bueno, hagamos menos tediosa la espera.
Besos
Pasa si puedes por mi blog, y claro, vota por mi post (jajaj)
erratas:
1. churos
2. grandes
3. trámite
Es que luego dicen que no se escribir, y pos tienen razon.
Huy yo creo que nos regresaste a todos a la infancia. Tengo varios recuerdos pero no puedo ubicarlos bien en el tiempo. Esas barras creo que empezaban a las 2 ó 3 en canal 5 en el DF (el canal para niños y jovenes). El canal estrella siempre fue el 2, ese tenía programación matutina para mujeres fodongas que dizque trabajaban de amas de casa pero que realidad tenían muchas horas libres para ver tele. xD
Creo que en la mañana ponían series supuestamente educativas en el canal 11, y eso era lo mejor de la programación a esa hora. En realidad había unos muy buenos.
Y a veces, pero no tengo claro si solo fue por épocas ponían caricaturas clásicas en la mañana: Don Gato, Picapiedra, Lindo Pulgoso, Félix el gato, y muchas más.
Yo me aburrí de tantos comerciales y deje de ver TV hace muchos años.
Yo no creo que esto sea como un bistec sin sal. Y ya no me acordaba de las barras, qué bonitas son.
Aunque la verdad sí hay algo así como crisis bloggera. Antes nunca me pasaba, pero ahora me da hueva escribir en mi blog. No sé si es que no tenga nada que decir o no sepa cómo decirlo o no me interesa decir nada.
Saludos :)
Mi blog es tan malo como mis comentarios.No puedo justificar que es por cansancio de fin de año ...no hay nada que justifique mi blog.
Lo mio no se trata de "un" posteo sin contenido sino de un "blog" sin contenido.Es tan malo ,tan malo que por falta de merito ni el premio al peor blog ganaria.
Sin embargo sigo poniendole cosas Es como la barras y los dibujito aunque sean insulsos uno le termina teniendo cariño.
No cuentes con mi voto.
Silvi
sí... yo escribo y borro, escribo y borro y publico y borro. Ni barras ni música.
jejeje empezaba con armida y terminaba con la sra. zamora. Igual que mi abuelita
Tú puedes pensar que este post no trato de nada, mientras tanto, en lo que mis ojilos leian, mi mente se iba como tus gallinas, corrian de una lado a otro, iban y regresaban recordando las barras , Ray Connif, Don Gato, y hasta las mañanas corriendo en el patio con mis hermanos, mientras andaba paseando mi vasote de plastico con zucaritas.
que tiempos tan paikes, sin tantos pedengues.......
y ahora? chin, y ya me voy porque voy a envolver regalitos....
Jaja qué buen post! Pero aparte sí que dice algo: lo que padeció nuestra generación de provincia en la infancia: todos mis cuates vieron La Carabina de Ambrosio, Chiquilladas, Chispita y cosas así, y yo crecí viendo Imevisión con "La guía de cada día", y algo con Chepina Peralta. Lo mejor que tenía eran Los Dinoplatívolos, los Transformes y Candy.. sic!
Y sí, creo que a todos nos pasa eso de no tener qué decir, o no tener ganas de decir.
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