El cerebro pelón que estuvo detrás de ese placer culposo llamado Big Brother le acaba de dar en la madre a uno de los programas de tele latinoamericanos más importantes. Sí, para ruina de todos los que somos fans (con "s" al final porque hablo en plural) de la serie argentina Mujeres Asesinas, el productor Pedro Torres hizo una versión a la mexicana con resultados muy chafos a mi gusto.
Cuando supe que iban a hacer una versión mexicana de este programa di mi voto de confianza porque aquí tenemos suficiente nota roja como para llenar varias temporadas. Los asesinatos más inverosímiles cometidos por mujeres (y por hombres, claro) ocupan gran parte de la agenda diaria de noticias de nuestro "México mágico", por eso pensé que sería interesante ver un programa hecho desde nuestra óptica y desde nuestra realidad... hasta que ayer vi el primer capítulo y me desencanté desde el inicio. Es muy irónico que el productor del reality más famoso de nuestro país no haya podido plasmar esa "realidad" en su serie pirateada.
El Mujeres Asesinas argentino funciona porque es un programa de bajo presupuesto pero de alta calidad en el que se saca provecho a buenos actores, guiones bien estructurados y un lenguaje cinematográfico fino y efectivo. Lo importante allá son las historias no las "estrellas" que aparecen en el programa. Se presenta una Argentina real, cruda y hasta cruel, sin maquillaje ni eufemismos. Las situaciones son impactantes, las actuaciones estupendas y la dirección sobria.
En cambio la versión mexicana tiene un marcado estilo melodramático. Qué hueva que muchos "creativos" de la televisión en nuestro país siguen pensando que la mejor manera de contar una historia es dándole toque telenovelesco. Parece que aquí la historia es lo de menos, pues lo importante es anunciar que en la serie participarán "estrellas tan importantes" como Daniela Romo, Lucía Méndez, Leticia Calderón, Verónica Castro y otras "primeras" actrices que han estado desempleadas los últimos años.
Lo que me parece repugnante es el complejo de inferioridad que tienen las "grandes" producciones mexicanas que insisten en mostrar un México que no existe, ordenado, guapo, de primer mundo, civilizado, educado, de fantasía.
Por ejemplo, en el capítulo inaugural hay varias escenas que se desarrollan en una especie de Ministerio Público al que van los ciudadanos a denunciar delitos. Para empezar, el edificio es moderno, limpio, bien iluminado y por sus pasillos se pasean mujeres guapas y nalgonas en camisas tipo polo, rubias y medio fresonas. ¿Y los judiciales gordos, mal vestidos, intimidantes y cerdos que tenemos?, ¿por qué no aparecen a cuadro?. Las delegaciones policiacas de México que son presentadas en esta versión de Mujeres Asesinas parecen museos en donde los quejosos son atendidos a la primera y son escuchados amablemente por autoridades que son muy hábiles para resolver secuestros en dos días... ¡y los resultados de ADN son entregados de inmediato!
El colmo es que una de las investigadoras que trabaja en ese Ministerio Público de cuento de hadas es nada menos y nada más que la "talentosísima" Laisha Wilkins que en cada una de sus intervenciones aparece muy seria con vestiditos Zara, bien peinadita y hasta enjoyada, ¿cuándo han visto ustedes a un(a) policía así en todo México?, ¡no mames, Pedro Torres!
Me imagino que la tirada de los que pusieron dinero en este proyecto es exportar la serie a otros países y por eso hicieron uso de ese complejo tan arraigado de embellecer nuestras fealdades. Los imagino pensando: "No cuate, no podemos dar una imagen negativa de México, mejor vamos a hacerlo como si estuviéramos haciendo un capítulo de CSI, acá bien chingón, con investigadoras acá bien buenotas y villanas acá bien cachondas"...
Y es que, repito, el mérito del programa original hecho en argentina es que no tiene ese tipo de censuras estéticas y plantea las atmósferas crudamente porque allá sí les importa que la historia resulte creíble y no que sea una versión maquillada de la realidad. Ves un capítulo y se te hace difícil dormir, y en cambio ves un capítulo de la mexicana y se te hace difícil no cagarte de la risa por tanta incoherencia.
Para los que crean que estoy siendo malinchista al criticar lo que se produce en México les invito a ver las dos versiones para que saquen conclusiones. La argentina se transmite los jueves a las 11:30 de la noche por Unicable, y la patosa versión de Pedro Torres sale los martes a las 10:00 por el canal TVC. Véanlas y juzguen. Como quiera yo le voy a dar una segunda oportunidad a la mexicana, nomás por el gusto de hacer corajes.
Una última pregunta. En la serie argentina casi siempre hay una buena y justificada cantidad de desnudos que apoyan la trama. Entonces, si la versión mexicana promete ser tan gráfica como aquélla, ¿quiere decir que por fin le veremos las tetas a Verónica Castro y el culo a Daniela Romo? Si la respuesta es afirmativa, ése sería el único buen pretexto para verla. Si no, no.
Hello world!
Hace 1 mes
3 comentarios:
Si, estuvo malisimo! Las actuaciones pésimas y el guión aun peor!
Y lana si hay, pero se hacen pend...jos,
como los programas locales :S
.saludos
Luis
el día que hagan una serie con buenos autores... mmmm no pos no se me ocurre nada, de todas maneras no habrá tal día.
eso de los remakes aquí en méxico no funciona, espérate a mujeres desesperadas, y qué tal la niñera? jaja vomitivos
JAJAJA MUY BUENOS TUS COMENTARIOS PERO TAMBIEN CHECATE LA DE "ESPOSAS DESESPERADAS" NOOO QUE DECEPCION ME DIO VERLA EN VERSION MEXICANA LA VERDAD POR MAS QUE TRATARON DE COPIARLA SE VE CHAFA CHAFA JAJA CON UN CAPITULO TUVE PARA SEGUIR SIENDO FAN Y FIEL SEGUIDORA DE LA VERSION ORIGINAL
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