Ya regresó el servicio de
agua y esa sola noticia es suficiente para llenar de
adjetivos y fuegos artificiales este
post. Por la mañana, el
jed N' cholders me patrocinó una fiesta de
espuma que celebré como si fuera un segundo
bautizo. Todavía hasta ayer me llamaba
distinto; mi barba se encontraba en nivel tres de la
Escala B. Marley, mi pelo olía a cuarto
encerrado, mis axilas estaban
pegostiosas,
not to mention del ombligo para
abajo. Hoy soy otro,
acercáos a mí, olédme. Bañarse a
tinazos no es bañarse, por eso habría que organizarle una fiesta a la
regadera, hacerle un
busto fundiendo joyería en
desuso y matar al becerro más
gordo para el
banquete.
A estas alturas de la
tragedia entramos en la fase de analizar el
uso que tendrá el agua de lluvia que la
Maga secuestró en toda clase de
recipientes. Mi cocina parece un
acuario sin peces, o una sucursal del
Santuario de Lourdes, pero nuestro líquido no es
bendito ni promete
milagros. El verdadero
milagro es recibir
agua en tu casa abriendo una
llave.
5 comentarios:
Por fin! bueno, me alegro que ese problema quedó resuelto. No te das cuenta de lo rico que se siente estar bajo la regadera hasta que vuelves a usar las cubetas. Bien dices que no es lo mismo, como que no llega a todos los rincones del cuerpo y todo el día sientes que te bañaste a medias.
Hoy llega otra tormenta, así que guardemos agua limpia... eso nos dicen acá :(
Saludos!
Pues yo creo que utilicen esa agua de lluvia en el baño.
Qué bien se siente un regaderazo, verdad? Lo he agradecido también como tú.
Besos
Supongo regar las plantas es una tontería verdad?
Una de las enseñanzas mas duras que tuvimos que aprender, yo creo que todos vamos a valorar mucho más el agua y mas que el agua, la comodidad de tenerla abriendo la llave.
Saludos! ya es jueves y aguas con Bonnie!
no sabes como me he reido Eugenio, con todas las peripecias que has pasado con Alex, parece que hiciste un copy paste de nuestro pequeño lago en casa
abrazos!!
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