jueves, 25 de septiembre de 2008

Papás (in)felices vs. solteros (in)felices

Éste es el post más largo y difícil que me ha tocado firmar hasta ahora.

Escribir acerca de la paternidad es como tratar de adivinar quién de entre los otros cuatro que están contigo en el elevador se tiró el pedo. ¿Es el cobrador?, ¿es el ejecutivo junior bien bañado?, ¿es la diseñadora con lentes de armazón negro?, ¿o es la ñora que trae zapatos de enfermera?. Como la peste es como de cacahuate garapiñado podrido te vas con la finta y le echas la culpa en silencio al cobrador (a los cobradores les gustan los cacahuates, piensas) aunque la realidad es que el cochino es otro.

Lo mismo pasa cuando quieres hablar de la experiencia de ser papá. La verdad está ahí, crees que la puedes tocar, pero rápidamente se esconde como el pedo entre los cinco tripulantes del elevador. Sueltas una mensada y piensas que tienes toda la razón, pero resulta que estás tan equivocado como aquél chimpancé que sacó del río al pez pensando que éste se ahogaba adentro del agua.

Tan difícil para mí es explicar la paternidad como ejercerla.

Yo respeto muchísimo a aquellos que me han dicho que no quieren tener hijos porque no desean cargar con esa responsabilidad. En serio, me pongo de pie y les aplaudo porque estas personas se enfrentan a una sociedad hipócrita que castiga a aquellos que no quieren "preservar la especie". Yo creo que ellos y ellas son gente mucho más coherente e íntegra que aquél que dice que va a tener los hijos que "Dios le mande" mientras se empina la décima cerveza y al día siguiente en la cruda no quiere saber nada de sus tres hijos chiquillos ni de su esposa otra vez embarazada. Para mí, decir que no quieres tener hijos porque no quieres entrarle al paquetote es muy respetable y honesto.

Les confieso que a veces quiero regresar a ser el Eugenio de 1985, sentado en una calle de Colinas esperando a que Lichita cruce la pierna en la mecedora para ver si puedo verle los calzones; o a veces quiero regresar al Eugenio de 1990, sentado en un pupitre de madera oyendo cómo la maestra Obdulia me receta un problema razonado en el que tengo que medir la velocidad en la que un proyectil es arrojado desde el trampolín de una alberca. ¡Eso era vida!. O a veces quiero ser el Eugenio de 1992 buscando peyote con el Peddie en San Luis Potosí para, según nosotros, entrar en contacto con el trance huichol. O volver a ser el Eugenio de 1996 caminando por la Rue de Rivoli junto a Federico calculando el número de minifaldas (con bota alta) que caben por metro cuadrado en París. O no estaría mal regresar al Eugenio del 2002, recorriendo en jeep la Huasteca Potosina a lado de la Maga. A veces quiero renunciar al Eugenio del 2008, ése que ahora se fuma dos horas de programación en el Discovery Kids para ver a puros personajes amanerados, marionetas, y a un dinosaurio púrpura que habla con voz de castrado gangoso.

No creo ser el único papá actual que a veces se pregunta cómo es que llegó hasta aquí. A veces creo que llegué porque siempre dije "". Otras veces creo que llegué hasta aquí porque no supe decir "no". O porque no dije nada. Haya llegado como haya llegado, la realidad me toca al hombro y me apunta hacia la derecha hasta donde volteo para ver a un hermoso ejemplar de casi dos años que me dice papá. ¡Ay, cabrón!.

(SI YA LES DIO FLOJERA LEER VAYAN A CAMINAR UN RATO Y REGRESAN)

Listo. Les decía que yo respeto a los que dicen que no quieren tener hijos porque no desean cargar con ese paquetón. Pero los que sí me sacan de onda son aquellos que alegan que no van a tener hijos porque el mundo está muy pinche. Hay tanta guerra, tanto odio, tanta deforestación, tanto diablo suelto, tanta hambre, que mejor se abstienen de eyacular sin condón. Creo que pensar así es ponerse del lado del "mal", es darle la razón a la desgracia. Es similar a tener en nuestro buró un revólver cargado con una sola bala y jugar a la ruleta rusa todas las mañanas. Es decir, accionar esa pistola antes de levantarnos apuntando hacia nuestra cabeza para ver si ahora sí nos matamos. Si resulta que la bala no estaba en ese tiro, ni modo, vivimos otro día en la basura. Si el disparo nos mata ¡habremos justificado nuestro descontento con la mierda de mundo que tenemos!.

Ellos y ellas pretenden evitarles a sus no-hijos la pena de ver tanto sufrimiento, al mismo tiempo que les evitan conocer tanto placer y dicha. Salvan los centavos pero gastan los pesos.

Lo curioso es que la gente que piensa así en ocasiones es la más sensible, creativa y divertida que conozco. Es la misma que reconoce la hermosura de un atardecer en el Pacífico, la ternura de una foca bebé y la delicia de un mango recién cortado. Son seres que se dejan cautivar ante las bellezas (pocas o muchas) que tiene la tierra, pero que al mismo tiempo dicen que el "mal" es más y mayor, y que por eso no van a traer huercos al planeta.

Pienso en lo mucho que Robert Smith me ha dado. Su música fácilmente está presente dentro de los 100 acontecimientos de mi vida. Cuando Mateo crezca le pondré The Cure (a ver si le gusta). La música que me ha inspirado muchas veces fue compuesta por un tipo que no quiere tener hijos porque el mundo es una porquería. Irónico: el ser humano inspirador vive sin esperanza.

Ahora bien, tengo que decir que así como no entiendo esa manera de pensar fatalista (aunque soy un fatalista que se ahoga en un florero), tampoco entiendo algunos razonamientos de los nuevos papás. Por ejemplo, es una pendejada mayúscula decir que ser papá es bien padre (valga la redundancia) porque así vamos a tener herederos (¿de qué?), o que vale la pena ser papá para preservar el apellido (¿?), o para que alguien nos cuide cuando seamos ancianos.

Los peores son los que pretende realizar su vida a través de la vida de sus hijos. Para ser papá tienes que tener ya una vida instalada, fascinante o aburrida, hueca o espléndida, pero tienes que haber VIVIDO. Querer "empezar" a vivir desde cero a lado de tus hijos es un veneno que tiene la apariencia de un helado de fresa con vainilla, pero que es veneno.

Otra especie de neo papá que aborrezco es aquél que se castiga con la idea de que como él ya fue muy culero en la vida, ahora debe pagar su penitencia siendo buen papá. ¿Qué es ser buen papá?, ¿ser buen proveedor?, ¿escuchar a tus hijos?, ¿cantarles las mañanitas cada año?, ¿amarlos aunque mal paguen?, ¿presentarle a tus hijas un prospecto millonario?, ¿vacunarlos de las paperas?.

Los que se obsesionan con "ser buenos papás" son los mismos que creen que si ellos fueron desmadrosos van a tener que pagar los platos rotos con el desmadrote que van a hacer sus hijos en el kínder. O que como ya se cogieron a muchas viejas, su hija les va a salir puta. Eso no aplica. Mi padrino Homero, por ejemplo, decía siete maldiciones en una frase de una sola línea y sus hijos hablan requetebonito, como diplomáticos, uno de ellos hasta tuvo aspiraciones de ser astrofísico de la NASA. Mi comadre La Carmela Vela es despistada hasta la médula y tuvo una niña bien chispa, "bien despierta" como dicen las señoras de Hualahuises.

No hay que azotarse antes de tiempo. Al ladrón le salen hijos sacerdotes y las señoras de buenas familias tienen puras Lolitas.

Un día quise ser buen papá y antes de que naciera Mateo me lancé a la Feria del Libro para comprar algo que me diera la respuesta. Adquirí un libro que explicaba las ventajas de educar a los hijos dentro de la Inteligencia Emocional. Antes de la mitad del libro aborté la lectura porque el autor me aconsejaba que si una vez se me complicaba el asunto tenía que llegar a mi casa con un montón de cartulinas trazadas para hablar con mi hijo y establecer un plan. ¿Un plan? ¿Yo que soy tan "bien" administrado ideando un plan para salir del bache? No mamen. Sé que los psicólogos y los educadores me deben de estar aventando serpientes emplumadas en estos momentos, pero eso de pegar cartulinas en la sala de mi casa y convertirme en un "papá motivador" no se me antoja nada, nadita.

(YA VOY A TERMINAR, YA ME HICE BOLAS, GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ)

Listo. Trataré de resumir. Veo a mi alrededor a pura gente cansada, sobre todo a los nuevos papás como yo. Todos estamos cansados, tanto los que pueden pagar una niñera como los que no podemos pagarla. La salida fácil es echarle la culpa a los hijos. Pero si me voy con los solteros les descubro el mismo cansancio manifestado en otras cosas: ellos están cansados porque las viejas son ya muy mamonas o muy requisitosas; ellas están cansadas porque los güeyes no quieren comprometerse, todos están cansados porque los trabajos ya no inspiran, el salario no alcanza, la ciudad aprieta, el mundo apesta, etc.

Yo digo, desde aquí, que ya estuvo bueno de andar hinchándonos la autocompasión diciendo que estamos muy cansados por culpa de nuestros hijos. Sí, ser papá es la joda más grande, menos pagada y más criticada actualmente; y encima los papás somos acusados de ser unos inconscientes por traer más gente a este mundo ya inhabitable. Yo opino que detengamos el fuego cruzado. Dejémonos de mamadas. Respetemos a los que no quieren tener hijos, y que ellos(as) nos respeten a los que gozamos con su tenencia.

Nunca dije en este post la enorme felicidad que me da la paternidad por dos razones. Una, porque los que son papás me entienden aunque no se los diga, y dos, porque los que no son papás nunca lo entenderán aunque se los trate de explicar en 10 cuartillas (y con cartulinas trazadas). Tratar de convencer al que está en la otra orilla para que cruce el río es inútil. La única salida para ser felices es ser congruentes con nuestra vida: si tienes hijos, hacerte responsable de ellos, disfrutarlos, sin criticar a los que no los tienen, y si no tienes hijos buscar con cuál otra responsabilidad cansarte.

Al final, unos y otros moriremos cansados (ya estamos agotados), con o sin hijos.

13 comentarios:

Tabita dijo...

Yo pienso... que si tu y Guffo se van a lanzar puntas, en vez de hacerlo tipo duelo literario deberían encuerarse y luchar en una alberca de sirope de chocolate... aunque podría dar un aspecto medio raro, mejor una alberca de gelatina de fresa.

Ñets dijo...

Suena bien Tabita, pero algo empalagoso.
Lo único que se me antoja hacer con Guffo es compartir la tecate y hablar de lo que sea, menos de hijos y/o niños.
saludos!
E

Canalla dijo...

Pues sí, pues no, pues quien sabe. Pero también puedes sere un padre absolutamente irresponsable, como yo, que sólo sabe decir "mis hijos son mejores que yo" para evitar las críticas de sus amigos cuando los ven lanzarse desde la barda a la alberca muertos de risa.
Pero sí son mejores que yo: siempre checan primero que la alberca esté llena. Saludos, y por aquí te veo.

Teli dijo...

Pues a pesar de hacerte bolas expresaste bien lo que llevo mucho tiempo pensando. Si tener hijos o no es...no sé cuál sea la palabra... "Recomendable"?

hace poco le pregunté a una amiga que si apoco era tan padrísimo tener hijos, porque ella tiene uno y me dijo, después de pensarlo "te hubica. Yo antes no sabía qué quería o qué iba a hacer y ahora TENGO qué saber qué quiero" y me dijo que era duro y eso. Después de rato volteó y me dijo "pero es bien chido ver cómo se va formando su personalidad y eso" con una sonrisa.

Yo no sé. Es algo que todavía no decido. Lo que sí sé es que jamás me aventaría a tener un hijo "sin papá" nomás por "no quedarme sola" o "experimentar la maternidad". Es tanto pinche trabajo eso de los hijos que no me lo aviento sola.

Anónimo dijo...

Hola E!
Aqui en Suecia mucha gente decide no tener hijos porque segun ellos no es el mejor momento y bueno me pregunto yo si habra un momento perfecto para eso? pero al final cada quien su rollo...

Para mi tener hijos es como estar en una montaña rusa con altas y bajas todoooo el tiempo!!! altas cuando los veo sonreir y estar contentos ...es algo dificil y complejo pero bueno tambien lo disfruto mucho.
en fin...


saludos,
L

la burbuja de yol dijo...

Unos porque quieren y no pueden, otros lo son y no quieren. Tendria que estar del otro lado para saber que se siente. Por lo pronto creo que me estoy ahorrando mortificaciones emotivas y económicas, pero creo que tambien es padre tenerlas. Es un tema que no se porque estoy opinando. Yo eso es lo que pienso decir si no puedo tener hijos, que el mundo esta gacho, es la salida mas cómoda.

Anónimo dijo...

Pues hoy te felicito Eugenio, dices con palabras lo que en ocasiones mi mente divaga.

Los hijos son, la ocasion nuestra para reivindicar nuestra vida.

Si, aun cuando suene patetico.

Y si, al igual que tú, respeto las personas que no se les da eso de los hijos....
y espero asi, ganar el respeto de mi decisión de tener a mis retoños.
Y el derecho único que tenemos como padres, de equivocarnos.

kerubin@ dijo...

Wow!! Ahora sí me dejaste muda con tu post. Nada mas cierto que cada una de tus palabras. Soy de esas personas que se esfuerzan por ser "buena madre" pero sin ningún motivo personal, sino con la convicción de hacer personas de bien a mis hijos que sepan valorar la vida y el esfuerzo que cuesta vivirla. Es un hecho que tendrán dificultades en su existencia y que eso no está bajo mi control, pero por lo menos trato de darles armas para poder tomar decisiones y me empeño en enseñarles que todo puede ser posible, si se quiere. Al final estoy segura que mis hijos encontrarán un "pero" en mi desempeño maternal pero eso no me agüita, quién no ha pensado siquiera un reproche a los padres en algún momento de nuestra vida?. Así somos como hijos, pero tratamos de ser mejores diferentes/mejores como padres.

Sobre los que no quieren ser padres no hay mucho más que agregar a lo que dices "Yo opino que detengamos el fuego cruzado. Dejémonos de mamadas. Respetemos a los que no quieren tener hijos, y que ellos(as) nos respeten a los que gozamos con su tenencia". Ojalá fueran igual de inteligentes para justificarse, como para hacerse responsables de sus decisiones sin echarle tierra a los "del otro lado del río".

Gracias por tu post Eugene, es de esos que a veces pensamos que nos gustaría que hubiera salido de nuestro teclado. Y antes de más "que's" me despido :-P .

Anónimo dijo...

FLACO HAY UNA PALABRA QUE MENCIONASTE QUE PARA MI ES LA RESPUESTA A ESTO....LA CONGRUENCIA...EN TODOS LOS MOMENTOS Y POSTURAS QUE TIENES EN LA VIDA....PERO AL CHICLE TE DIGO QUE ESTA CABRON SER PAPA, YO A VECES PIENSO QUE ME RAJO COMO LOS MERITITOS MACHOS, PERO POPOL VUH....ELLOS TE REGRESAN A QUE TE COMPORTES COMO SU "JEFE"....ES UN TEMA SABROSO PA LA TKT!!!!

Tabita dijo...

Pues luego el público los baña a manguerasos, son nimiedades. O puede ser un show para una sola persona, solo que tendrán que armarse de paciencia porque con la lengua me voy a tardar un buen. ;) saludos.

Pelo dijo...

Te felicito por esta entrada, una de las cosas más coherentes que he leído.

Tengo una gran amiga que, siendo honestos, no tiene nada de qué quejarse.Lo tiene todo, practicamente: Estabilidad económica, una familia maravillosa, un montón de amigos verdaderos y geniales,su novio ideal, buenas calificaciones, hace lo que le gusta...

Dice cosas como que "ama su vida" y que todo es genial, pero cuando le preguntas si quiere tener hijos dice "Noooo, ¿para qué? Para que vengan a sufrir? El mundo apesta, todo está mal, bla bla..."

Como la quiero mucho, no le contesté gran cosa, pero se me hizo muy tonto e incoherente de su parte. Sí, el mundo está mal y hay mucha gente que está mal, y hay muca gente que sufre. Pero ella no forma parte de esa gente, al contrario.

Hubiera sido más coherente que dijera "No puedo y no quiero cargar con esa responsabilidad". Punto.

Además no es necesario tener hijos, también es posible adoptarlos, como quiero hacer yo.

Cuando tenga hijos, casi toda mi atención se centrará en ellos, pero será con mucho gusto. Y claro que les encantará Te Cure, la buena música, el buen cine, la lectura, las artes... jojojo, los apoyaré en lo que ellos quieran etc.

Me atrae mucho eso de ser mamá. Pero todo a su tiempo, claro está.

Pelo dijo...

Me comí varias letras, pero creo que se entiende mi comentario je,je. Sorry.

Lau dijo...

que bueno esta este post... es totalmente cirto de que todos eventualmente nos cansamos y quejamos de algo, estoy conciente de que si tego hijos ( que yo si quiero ) mi vida va a cambiar totalmente y que jamas va a ser igual y que me voy a olvidar de los gustos que nos damos mi marido y yo pero francamente creo que vale la pena :) buen fin!!