martes, 6 de julio de 2010

Alex III

Un retortijón me despertó antes de las cuatro de la mañana y ya no pude dormir. Es más fácil distraer al hambre en la madrugada que al cólico que provoca una caca pujante. Para no darle más largas a la ceremonia, asistí al baño con la compañía de un libro pendiente. Al terminar, apliqué toallita húmeda de bebé para lograr una rasurada al ras. Junto al escusado había una cubeta media llena o media vacía con agua de lluvia. Arrojé su contenido y fue allí cuando comenzó la comedia estilo Capulina: vete, no me voy, que te vayas, que no me voy. Y la popó no se fue. Chingado. Qué mala suerte. Tuve que ponerme mis pantuflas del Hospital Muguerza -herencia y propina de la última vez que usé el seguro médico- y bajé a la cocina por refuerzos. Ahí me encontré a toda la artillería: baldes, tinas, botellas de plástico, cántaros, garrafones y botes de basura llenos de agua. Elegí una cubeta azul copeteada, subí las escaleras escuchando el crunchy de mis rodillas y entré al baño en donde todavía yacía la cena de antier. Levanté la cubeta, la incliné y el líquido salió con furia kamikaze. Su caída provocó un ruidoso remolino de estiércol humano y el escusado hizo una gárgara sostenida hasta que la deyección desapareció. Seis cerillos después el ambiente quedó habitable.

5 comentarios:

Nancy dijo...

Esas vicisitudes son cosa de todos en la última semana de aquellos que vivimos en Monterrey, me encanta como lo has venido contando en los posts de Alex, algo de humor no hace mal.

Saludos y espero que al día de hoy ya le puedas jalar a la palanquita :D

Brenda dijo...

Jo, hay que tomar más agua, jejeje

Kózmica dijo...

No puede ser que esto me haga esbozar una sonrisa en vez de vomitar. Solamente tú tienes la habilidad de hacernos ver las cosas de otra forma.

Qué coraje cuando no se va, por más agua que le eches, hasta parece que sabe que no hay agua y que anda uno batallando para cargar las cubetas. Y hasta parece escuchar sus risas y sus burlas.

Esperemos pronto se componga todo esto.

Saludos!

Eudiza Quevedo dijo...

Dicen por ahí que entre el buye y la vaca nadie de cagar se escapa, caga el buey, caga la vaca y hasta la mujer más guapa se echa su buena bola de caca... nomás que aquí sería el blogger!

Anónimo dijo...

jajaja eso de la gargara no tuvo perdon de dios jajaja

mis mejores deseos para que ese problemon se mitigue al menos