viernes, 11 de diciembre de 2009

Cartas al Profesor IX: Raíz y flor

Noviembre- 1994


DE AQUÍ.-

¿Para qué chingados sirven las pinches riquezas? Estoy rodeado de gente joven que se inventa metas económicas para darle sentido a su torpe crecimiento, pero el club de los huevones nos rehusamos a vivir en base a una meta, una llegada, un ideal de clases. Lo que nosotros manejamos es la palabra sueño, pero sí, dudo mucho en que haya diferencia entre todos esos términos.

Nuestro sueño no tiene que ver nada con el american dream tan regio dream que es; tiene más que ver con una fuga, con encontrar la felicidad estando lejos de aquí, ausentes, con un empleo poco demandante para no tener que cuidar mucho, hay que decirlo sin pena: vivir de panzaso en el autoexilio.

El sueño consiste en no pertenecer a algo (¿volvemos al eterno problema del sistema y yo?) con la inocente convicción de poder así vivir en todos lados y hacia todas las direcciones. Pero caemos en un problema: somos soñadores cortados a la antigua, de los que esperan cumplir su sueño pero ya con el estómago satisfecho con los fideos de mamá. Carecemos de la valentía y el desapego del joven europeo, el canadiense o el gringo. Nuestra aventura está diseñada más por una agencia de viajes que por el azar.

Presumimos tener "hambre" de aventura y de escape, pero nos duele mucho dejar la cuna. Nos quejamos y no queremos pertenecer a lo ya establecido pero a la hora de la hora tocamos la puerta del nido de sopa caliente y de tanque de gasolina lleno.

Hoy quiero pensar que el sueño va a comenzar, que la misma víspera de éste es ya soñarlo. Me veo en el futuro pensando en el yo que soy ahora calentando motores, secando las alas. Recordando la frase de la película Mediterráneo: "En tiempos como éstos la única manera de seguir soñando es escapar".

Pero todo esto lo piensa el Eugenio que dizque sueña o quiere soñar, pero el otro, el cortado a la antigua, ése se atormenta sacando la conclusión de que no se va a largar a ningún lado, que es mejor adaptarse a los vecinos de siempre aunque caigan mal, que es mejor sobrevivir en el espacio en donde le tocó nacer, que es mejor trazar una meta económica y trabajar sobre ella.

Estoy preocupado, en mayo termino mi carrera y estoy convencido que no quiero ser un galgo en el galgódromo sometido a las apuestas de los del palco. Pero por otro lado estoy consciente que las ganas que tengo de irme de aquí, de alejarme, de aventurarme en otras tierras, volar y volar, que todo eso puede ser sólo una farsa que me invento para no responsabilizarme de nada.

Se acerca el tiempo en que tendré que decidir a cuál de mis hemisferios le hago caso, cuál de mis dos partes se merece la prioridad y ésa será tal vez la decisión más importante de mi vida.

DE ALLÁ.-

Algún día hay que comprender que esas dos partes no son opuestas. Algún día hay que dejar de buscar qué es lo que las hace diferentes y empezar a ver qué tienen en común, en dónde coinciden. Entender que ambas se suceden y se cuestionan para crear una dinámica.

Cuando las sabemos parte de nosotros mismos y dejamos de jugar o de sobreponerles ideales sociales, modas, resentimientos, entonces las acogemos y nos sirven en nuestro crecimiento en vez de pensar que una traiciona a la otra.

Imagínate el pensamiento-raíz que se siente traicionado en su oscuridad, su vocación literalmente underground, su apego a la esencia-de-la-vida-ligada-al-lodazal sólo al ver la flor que muy oronda exhibe tal colorido seduciendo mariposas y abejas.

Raíz y flor son extremos de una misma vida aunque tiren para lados y sentidos contrarios.

3 comentarios:

David dijo...

Què cierto Eugenio, y què difìcil tambièn. No hay accidentes, hacìa meses que no me daba dos segundos para navegar, y siempre es un placer leerlo Mr.nETS! NO SALE LA eNe es aviso nomàs. Eso me pasa por comprar laps extranjeras para seguir con el tanque lleno de gasolina. Un abrazo!

Nancy dijo...

Eugenio aunque este éscrito tiene ya algunos años, refleja mucho del sentimiento que aún a mis años tengo... me sorprendió mucho al leerlo.

Un saludote!!

Tania G. Balleza Tahuil dijo...

wow, que zape te dio el profe... aunque me gusto tu auto confrontamiento. Siento que tenias un poco de miedo a dos cosas: a la estabilidad y al cambio. Y ahora que dices? tomaste la mejor decision?