viernes, 16 de octubre de 2009
miércoles, 14 de octubre de 2009
Alarmala de tos
Un adulto dócil es un tosiento consciente que para no molestar al de a lado tose para adentro o se mete al baño y se amordaza a una toalla para contener la tos que viene como tormenta en tamaño bonsai, o de plano en la madrugada se larga a la lavandería a toserle a las cochinillas noctámbulas; pero los hijos, tan dueños ellos de su tiempo y del nuestro, tosen al gusto, a granel, con el pecho abierto, con descaro e imprudencia, a como viene.
Una de las propiedades que tiene la tos infantil es que le gusta manifestarse más en la noche que en el día. Además es engañosa como señora gordita metida en faja pues una vez que creemos que el pequeñín ya no va a toser (a eso de las tres de la mañana) y nuestros párpados por fin han logrado sellarse, alcanzamos a percibir primero un "cof, cof" introvertido que resulta hasta tierno, pero que luego degenera en ladrido de foca. Propongo organizar un combate en donde el tosido de los hijos se enfrente al fastidioso chacualeo de una llave que gotea para ver cuál de los dos ruidos es más efectivo para perpetuar el insomnio.
Mocedades cantaba: ¿Quién puede vender conmigo la paz de un niño durmiendo?
Yo canto: ¿Quién puede recuperar la paz teniendo un niño tosiendo? ¡Nadie!
En estos días el clóset de Mateo es como un campo de concentración que agrupa jarabes para la tos. Al pobre le hemos dado un nutrido coctel, por supuesto con la supervisión telefónica de su pediatra de cabecera, pero no habíamos hallado la cura plena hasta que el lunes el pedacito de caos tosedor y su sanísima madre acudieron al consultorio del discípulo de Hipócrates. Ahí le fueron recetados más jarabes con los que, -ahora miércoles-, parece (p-a-r-e-c-e) haber cedido la tos.
La Maga me platicó que saliendo del consultorio Mateo se aventó una pregunta de la cual no quiero olvidarme jamás y que por eso aquí les comparto. Dijo:
-"¿Por qué los niños enfermos no están feliz?" (sic).
Es cierto hijito, los niños enfermos no están feliz, ni mucho menos sus papás.
martes, 13 de octubre de 2009
Rewind
A Mateo le gustan los globos de todos colores.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso porque el trueno se oye como un balazo.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso porque el trueno se oye como un balazo que nos expulsa del sueño profundo hacia el paro cardiaco.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso porque el trueno se oye como un balazo que nos expulsa del sueño profundo hacia el paro cardiaco. Hoy en la madrugada estalló uno de esos globos.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso porque el trueno se oye como un balazo que nos expulsa del sueño profundo hacia el paro cardiaco. Hoy en la madrugada estalló uno de esos globos: Mateo lloró, la Maga peló los ojos y yo salté.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso porque el trueno se oye como un balazo que nos expulsa del sueño profundo hacia el paro cardiaco. Hoy en la madrugada estalló uno de esos globos: Mateo lloró, la Maga peló los ojos y yo salté de la cama hasta el pasillo emulando a Carl Lewis.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso porque el trueno se oye como un balazo que nos expulsa del sueño profundo hacia el paro cardiaco. Hoy en la madrugada estalló uno de esos globos: Mateo lloró, la Maga peló los ojos y yo salté de la cama hasta el pasillo emulando a Carl Lewis. La única que no hizo pedo con el ruido fue Ramona.
A Mateo le gustan los globos de todos colores y también le gusta llevarlos a casa para jugar con ellos hasta que se desinflan y parecen lánguidos testículos de perro bajo una regadera tibia. Pero no todos los globos se arrugan hasta morir, pues hay otros que se revientan sin razón en medio de la noche sacándonos un susto espantoso porque el trueno se oye como un balazo que nos expulsa del sueño profundo hacia el paro cardiaco. Hoy en la madrugada estalló uno de esos globos: Mateo lloró, la Maga peló los ojos y yo salté de la cama hasta el pasillo emulando a Carl Lewis. La única que no hizo pedo con el ruido fue Ramona, quien es, desde siempre, la única que duerme bien en casa.
lunes, 12 de octubre de 2009
Oferta
Por ejemplo, si queremos anunciar nuestro automóvil -por más jodido que éste esté- debemos poner: "Único Dueño", "De Cochera", "Jamás Chocado", "Llantas Nuevas" o exageraciones como "Impecable", "Flamante" y "Nuevecito". Si el carro en cuestión es un Tsuru o un Atos es aconsejable incluir en las características lo siguiente "Jamás fue Ecotaxi".
Más interesantes son los anuncios personales, en los que se anuncian desde salas de masaje, investigadores privados y fiestas swingers. Las salas de masaje enganchan a sus clientes-calientes incluyendo características que tienen que ver con la lozanía de las prostitutas que habrán de dar el final feliz. En ese caso funcionan palabras como "Colegialas", "Niñas Fresas", "Tiernitas", o "Chicas sin Experiencia".
La gente que se ofrece por mera calentura también lo hace haciendo uso del complicado arte de vender pulpa en pocas palabras, por ejemplo: "Viuda conservada busca diversión con joven entre 25 y 35 años. Sin compromisos". También están las urgidas que no quieren aparentarlo: "Morena simpática busca amistad con fines serios". En el caso de los prostitutos es adecuado no ignorar en el anuncio el tamaño del pene ya sea en centímetros o en pulgadas según la clientela que se quiera atraer.
Alguna vez viví en Barcelona y me di cuenta que allá no se andan con rodeos. En las páginas de un diario catalán leí un anuncio que decía "Sexo Gratis". Se trataba de la publicidad de una "agencia" que ofrecía a sus clientes sexo con personas no dedicadas a la prostitución. Es decir, el cliente le pagaba a la agencia para que ésta le consiguiera gente "común y corriente" con la cual ensabanarse. El anuncio era una especie de casting.
Gracias a mi afición por leer anuncios clasificados me gustó el tema de esta semana en Recolectivo, "Se Vende País", pues, ¿cómo podríamos anunciar a México en los avisos de ocasión para venderlo en pocas palabras y que los clientes realmente se engancharan por comprarlo? La verdad lo he pensado toda la semana pues el país entero está como para regalarlo, rematarlo o rifarlo.
Primero pensé en hacer un anuncio enumerando las maravillas del país: Playas, comida, montañas, cirugías plásticas con mano de obra barata, bosques, selvas, historia, pirámides, etc, pero lo anterior no se me hizo lo suficientemente atractivo como para atraer a mis posibles compradores.
Luego me llegó un argumento que convencería hasta al comprador más escéptico, una oferta ideal que no tendría espacio para el titubeo: ¿Qué tal si vendemos a México sin mexicanos? Es decir, que al comprador le garantizamos que una vez firmado el contrato de compra-venta todos los habitantes de este hermoso país que no valoramos ni hacemos crecer saldríamos a chingar a nuestra madre de aquí.
De perdido los japoneses, que se la andan pelando por aumentar sus hectáreas, nos ponen en el escritorio una buena oferta.
¿A poco no?
jueves, 8 de octubre de 2009
DM
Soy proclive al azote, tengo ira contenida que no sé cómo manejar, conservo complejos de leche, llego a las metas apenas de vuelito, soy autoboicoteable, leo el Secreto al revés porque atraigo puro pesimismo, no sé de qué hablar en las salas de espera -y a veces ni en las reuniones familiares-, y si tuviera 20 años menos sería otro emo desnalgado caminando en la Macroplaza. Sí a todo lo anterior, pero no me quiero morir. Me gusta esto, lo que soy, lo que sea que yo sea.
A pesar del fatalismo por goteo que padezco soy puntual en hacer conciencia de los momentos que me gustan. Y no hablo solamente de saber apreciar los cambios de color que trae el otoño, o de disfrutar las adaptaciones de Mateo en el mundo reveladas en sus tantos gestos, o la humedad que nos eructa una ola de mar, o los frijoles inigualables de mi mamá, o la complicidad de los árboles; sino de esos momentos de felicidad urbana como encontrar la mejor butaca del cine aún con la boca hecha babas antes de morder un hotdog, o entrar a un elevador en donde acaba de salir una mujer bonita pero no así su perfume, o hacer sobremesa tras un concierto de Depeche Mode recuperando en cerveza lo que el sudor se llevó.
Me queda claro que no me quiero morir, pero además agradezco a los que sí quisieron morirse algún día pero fallaron en el empeño. Hace meses premié con un post a Scott Weiland por su suicidio interceptado el cual me permitió verlo cantar en vivo. Ahora le agradezco a Dave Gahan por la misma razón. Y no es que quiera abrazarme del drama otra vez, que sí, pero es que la verdad Depeche Mode me gusta muchísimo. La sobriedad de Gaham me da tantas razones para embriagarme de gusto y agradecer que ninguno de nosotros -te incluyo a ti- estemos muertos todavía.
El martes los vi, y aunque ya los había visto en vivo eso no importa porque los volvería a ver hoy en la noche y mañana y hasta en un matiné dominical.
Algunos generales del concierto: Lamenté que Martin Gore no tocara la guitarra al final de "Home", sin embargo el sonido que hicieron nuestras gargantas imitando el que él hace con las cuerdas fue un buen suplente. Dave Gaham no se quitó el chaleco, y no lo digo porque quiera verle los tatuajes completos, pero siento que un buen concierto de DM debe terminar con él bañado en sudor y descamisado completamente; en esta ocasión sucedió lo primero mas no lo segundo. Al final, Andrew Fletcher no pudo hacer la caravana completa por la panza en bola que se carga. Con madre. Y bueno, siempre en estos casos hay canciones favoritas ausentes que el grupo no toca, yo iba con cinco peticiones personales de las cuales sólo me faltó escuchar "Useless" que aquí les dejo. (Aquí sí tocamos lo que ustedes piden).
martes, 6 de octubre de 2009
'Las pequeñas cosas'
...Bueno, pero esa canción del gato no la sintonizaron mis vecinos sino otra que se llama "Las Pequeñas Cosas". Juro que estaría con madre que tu vieja te despertara una mañana con esta rola (y con esa greña). Por favor, no ignoren la letra y el ojo pelón que se avienta a veces Amandototota. Qué chulada. Última pregunta: ¿Por qué estas canciones tipo Siempre en Domingo con Amanda Miguel, Daniela Romo, Yuri, etc, ahora suenan tan gay?
lunes, 5 de octubre de 2009
Segundo aniversario
jueves, 1 de octubre de 2009
Pirata
Desde hace meses, alguien que se hace llamar Vengachepaka se ha estado fusilando mis entradas letra por letra para subirlas a un blog llamado Te Leo Bien y Te Veo También (¡qué original, caon!). Además, nuestro pirata del caribe subió una ilustración en la que salgo con Mateo y también copió la descripción de mi perfil. En pocas palabras, el tal Vengachepaka agarró parejo y demostró enorme aptitud en el uso del copy-paste. (Tengo que admitir que las fotos que él pone se adecuan muy bien a los temas que YO escribo y él firma como suyos de él).
¿Esto me enchila? Sí.
¿Me infla el ego? También.
¿Me da pena ajena? Mucha.
¿Me da güeva? Harta.
Al usurpador quería agradecerle el cariño que tiene por mis textos al grado de hacerlos, literalmente, suyos, y también decirle que no la friegue, pero es casi imposible dejarle un comentario en su blog ilegítimo porque antes hay que inscribirse y contestar una serie de mamadas de flojera rebasada. Por esa razón mejor le aviso desde aquí que ya lo caché y le recomiendo echarle ganitas para que algún día pueda escribir algo original.
Y ahí muere.
P.d. Por tratarse de un asunto bilateral entre el Vengasewhatever y yo, esta vez desactivaré los comentarios. Perdón.
P.d.2 No subo la liga del blog fraudulento porque se me hace una jalada, pero si gustan lo pueden googolear. Go ahead.