El que me atiende en la barra es igualito a Sean Lennon, pero trae lentes de cristal grueso como los usaba Mark David Chapman. Qué raro, el hijo de John usando las gafas que traía puestas el tipo que mató a su padre. La historia se me empalma cuando pido otro wisky.
Tampoco estoy muy lejos del edificio Dakota en donde en 1980 le dispararon al beatle con mejor greña (aunque la de George no estaba nada mal, y la barba de Paul tampoco y qué me dicen de los bigotes y la patilla de Ringo...). Yo hablando de los Beatles que no me gustan, pero eso no es raro porque nos la pasamos hablando de cosas que no nos gustan: tráfico, narco, ejecuciones, desempleo, impotencia, enfermedad, pedos-mocos, violencia, pepillo origel, etc.
Me hospedo en Le Parker Meridien, un hotel de oficio y diseño afrancesado que tiene un bistro muy caro, pero que también tiene uno de los restoranes de hamburguesas más populares entre los novedosos sex and the citys de esta ciudad vertical. El lugarcito se llama Burger Joint. Medirá menos de 15 metros cuadrados, pero a la gente le encanta hacer fila para echarse una chisburger de 7.50 dólares sin french-papas-fries incluidas. Cabe señalar que los cajeros y meseros que atienden el Burger Joint son mamonsísimos, hayan nacido en París o en Wichita.
Llegué ayer. Me encontré un Manhattan en las rocas; pedazos de hielo circundan las avenidas, hay mujeres que caminan en leggins echando humo por la boca, hay vikingos en manga corta, hay caballos cagones, hay ramos de rosas. Todavía no sé qué le hace mejor a qué. Esta isla no sería lo mismo sin Central Park, pero Central Park no sería nada si no estuviera rodeado de edificios. Un pedazo de bosque encerrado en una masa de concreto es lo mismo a un pedazo de concreto con un tumor verde en el centro.
Estoy en el bar del hotel. El hijo de John Lennon que usa lentes como los de Chapman me ofrece una bola de helado de vainilla. Cortesía de la casa, me dice, y luego me explica que hay un martini que lleva helado de vainilla que nadie pide y que por eso siempre sobra postre para los que ahí trabajan y para los que, como yo, no se despegan de la barra porque tomar sentado no se disfruta igual. Me echo la copota de nieve de vainilla con chocolate derretido pero evito comerme la cereza, uno, porque esa fruta sabe muy gacho, y dos, porque es muy gay comer cerezas en público.
He dormido bien. En el avión me horizontalicé en una hilera de asientos que venía inmaculada y cerré los ojos mucho antes de que me explicaran lo que hay que hacer con las mascarillas de oxígeno en caso de una desperonosequé. Antes de aterrizar me levanté en chinga como Nosferatu porque me andaba del uno, casi del dos. Salí del baño y una señora, -es en serio-, me interceptó para felicitarme porque puedo dormir muy bien en los aviones. Según ella me anduvo pasando y se sorprendió de que ni para desayunar abriera el ojo. Yo nomás sonreí; no supe qué decirle a la señora porque además sentía que traía el aliento de un tiburón, como si se me hubiera quedado en coma la encía en 1986.
Tengo varios años viajando por tareas del trabajo y siempre en el exilio pagado busco a Sting. En Monterrey nunca lo escucho, pero nomás me alejo y lo youtubeo con frecuencia. Aquí les dejo esta canción que bailó mi amigo Bugs cuando se casó con Janeth. Fue su vals, y como muchos de los allí presentes casi lloramos -o lloramos- el dj mostró saña y la puso dos veces para que la estaca llegara hasta el fondo. Ésa ha sido la mejor boda a la que he ido y eso que nomás éramos 50 personas. Será por eso.
Hello world!
Hace 3 meses
6 comentarios:
We, será que ando premenstrual, pero no se que me provoco más llorar, si la melancolia por NY ó escuchar de nuevo a Sting, mejor ya me voy a dormir.
En NY? cerca del Dakota?... que envidia me das, bueno ya lo he leído que no te gustan mis adorados "bicles", aún así me das una envidia total... yo soy admiradora de Lennon, corriendo me tomaría una foto hasta con el Sean y sus lentes de Chapman.
Disfruta tu viaje ;)
"porque es muy gay comer cerezas en público."
jajaja y comerlas con alcohol te pone high ipso facto.
Sigue sufriendo sin machaca y totillas de harina... pobrecito. XD
muero de ganas por conocer NY y mas ahora despues de tu descripción.... a mi si me gustan los beatles :)
Un día les voy a contar porqué no me gustan los Beatles. Ese día moriré lapidado porque es una pendejada, pero se vale.
Saludos a todos y gracias por pasar por nuestras formas de consulta.
Estaba en NY, en Central Park ese día, pretendiendo que un pastel de caja de 4 dólares se viera menos fake, para celebrar a un ser humano de esos con los que puedes abrir el alma. Estaba por segunda vez sin que fuera por trabajo, tratando de ver lo que envidio de los turistas cuando voy a una entrevista y ellos se van de shopping al Soho. Coincido y no. Central Park no sería lo que es roedado de edificios, pero los edificios tal vez sí lo serían sin Central Park.
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