- ¿Y esa barba sí es de usted?- me preguntó Mamá Matrix al final de una sesión, y yo le respondí que sí, que esta barba es mía.
Tengo dos años con ella, pero para mucha gente sigue siendo de utilería.
Mi barba es tan mía como lo son cada una de mis piernas, pero hay quienes suponen que es un escondite, una manda, o el capricho de quien no se acepta tal como es.
A lo mejor es todo lo anterior, pero es mía; yo la traigo.
En estos dos años me he acostumbrado a ella. A mi gente también le ha terminado por valer queso mi accesorio maxilar.
Últimamente, creo, la barba se puso de moda en el mundo (¡en el muuuundo!). Ésta es una percepción egocéntrica como todas las percepciones lo son, pero ya hasta la publicidad del Palacio de Hierro incluye modelos bigotones.
Hoy me rasuro sólo para volvérmela a dejar.
Hello world!
Hace 1 mes
4 comentarios:
Con mucha pena te digo o te hago una crítica positiva.
Eclipsas tu guapura con esa barba. No te ves mal, pero tapas el atractivo.
Qué bueno que te la vas a quitar, aunque sea para que alguien alcance a constatar que no miento.
Besos a Mateo.
Ele y Juan Pa
http://sailing-nena.blogspot.com/
¡Regresa Josefito!
....pierdes el vello facial al tiempo que lo pierdes todo, ecucharemos tu llanto cual infante de 2do de kínder sin tener a un padre que te abrace y llore contigo por ser su mas grande decepción.
Mr Ñets hoy es viernes musical... ahhh te extraño =)
Monserrat
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