jueves, 24 de septiembre de 2009

Otra de revoltijo

-El avión que me trajo se vino por un camino de terracería. Hay turbulencias tipo montaña rusa en donde de manera repentina la nave baja mientras tu páncreas continúa allá arriba, pero ésas se sienten sabroso, no como la turbulencia que sucede cuando el avión se mueve como sonaja en vibrato sostenido durante varios-largos minutos. Para fortuna de la azafata que no traía un sostén bien anclado como para poner en paz su exclusivo terremoto en chichenitzá, el avión pudo montar cielo plano y el piloto nos regaló estabilidad durante la segunda mitad del vuelo.

-Hacerse de cosas y de gente es barato, lo caro es su mantenimiento. Esta vida se trata de mantenerse. Desde un corte de pelo hasta una amistad requieren mantenimiento; la autodestrucción no es otra cosa que la voluntad de ir dejando de mantener acuerdos, citas, conveniencias, contratos. Mi amigo Raúl Rascolano comenzó a abstenerse del baño diario, luego de afinar el carro, peinar al perro, echarle chapopote al techo de su casa, visitar a sus papás, merendar los últimos jueves del mes con la generación 97, saludar al jefe..., y terminó abriendo una carta firmada por un juez en donde le prohibieron acercarse a los hijos que algún día pretendió mantener. Venimos a mantener(nos). Una ofensa muy gacha para los hombres es llamarlos mantenidos y el peor sino para las mujeres es no tener nadie que las mantenga.

-Le acabo de dar entierro a una bolsa mediana de palomitas. No sé ustedes, pero yo no puedo comer palomita por palomita sino que me las tengo que meter en bola, en empalme, en chingos, en horda, como si mi mano derecha me quisiera asfixiar a punta de maíz inflado. El atragante palomero es inevitable y es riquísimo, no es aceptable que alguien haga una buena administración de las palomitas. El que se come una por una no es una persona sana.

-Cuando viajo me gusta comprar la GQ México. Los textos de Andrés Tapia -su editor- me parecen una joya; él escribe como a mí me gustaría escribir. Pero no son las letras de Andrés lo que más me gusta de la revista, ni las pieles que aparecen en sus centrales: lo que me embola y al mismo tiempo me da culpa con vergüenza es echarle un ojo a las últimas páginas en donde ponen eventos sociales que lucen al incoloro jetset capitalino. Ni crean que me importa quién sale, pero leer los apellidos de la gente "nice" del DF es un agasajo marinela. Allá tienen fresas que se apellidan Esperalba, Talarid, Siejas, Goñi, Savini, Trepaud, Caballoni, Sakal, Boscono, Lichi, Pellizza, Chatras, Borbolla... La neta, no mamen, pinche gente snob, mejor conviértanse al Rodriguismo, al Garcismo, al Perecismo, al Guzmancismo, al Cantusismo, al Gonzalismo. Tan bonitos apellidos que aquí se maquilan. Futa madre.

-El lunes cumplió años la Maga y ahí como pude le di un regalo, pero Mateo me mató el gallo. ¿Saben qué le regaló el cabroncito? (...) Pues una porra ¡Sí, una porra!
"A la bio a la bao a la bimbombá, mami, mami, ra-ra-ra..."
Hermoso, sin palabras, qué chingonada.

-Ya no hacen canciones como ésta.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

que oldies Queño... :)

Lau dijo...

no.. pos si te ganó Mateo ;) jeje buen fin E!!

Ministry of Silly Walks dijo...

Las turbulencias son siempre necesarias, y el piloto lo hace a propósito. No sabes que lo que mantiene al avión volando es el miedo de los pasajeros y sus plegarias? No les creas nada a los de la teoría de la sustentación.

Tienes razón con las palomitas. Mis hijos las comen como ardillas poseídas.

Felicitaciones a la Maga.

Anónimo dijo...

mR ÑETS
que chingona forma de escribir tiene uste...

saludos

ontobelli dijo...

Les voy da dar un secreto para comer palomitas más rápido que nadie. Lo único que tienen que hacer es: ir a una tortillería y pedir un kilo recién hecho lo hacen rollo por docena y se las comen. Tiene la ventaja extra de que la misma cantidad de maíz es mucho más barato. Lo mismo pueden hacer cada vez que se les antoje el Corn Flakes.

Lo chistoso es que mientras mucha gente piensa que el Corn Flakes es una comida sana, le huyen a las tortillas porque piensan que no lo son.

El vuelo más estilo cowboy que me ha tocado. fue de México DF - Puebla, lo hacen en un Fokker 50 de hélices, que se zangolotea como caballo bronco cuando pasa al lado del Popocáteptl. ¡ajua!

bere dijo...

pues el del blog escribe super ultra chingon, y eso ni quien lo ponga duda, todos semos fans.. pero yo quiero felicitar a ontobelli porque su coment se comio al post... estuvo re cagado.. como caballo bronco!! ...no mames..

AA3 dijo...

El parrafo 2, sobre lo dificil que es el mantenimiento me gusto un chingo

El Gavilan dijo...

Entiendo el punto de los apellidos defeños, pero no vas a negar que en la tierra del cabrito bien que se les da eso del Von Rossum, Garza T. (¿qué misterios encerrará esa T.?), y ni mencionemos a los Sada, Santos y todos demás apellidos, basta darse una vuelta por el catálogo de secuestros local: Sierra Madre, y demás publicaciones que copian al original. De los aviones ni siquiera puedo opinar, salivo y me sudan las manos nomás de acordarme de la última turbulencia ¡saludos!

Kózmica dijo...

Yo me aterro en las turbulencias, lloro sin parar, al final me da una pena que hago como que lloro por un familiar.

Felicidades y un abrazo a la Maga


Saludos!!!

la MaLquEridA dijo...

Los niños simepre dan los mejores regalos, porque no lo piensan tanto.

Son espontáneos.

Te ganó y ni modo.


Saludos.

NTQVCA dijo...

El nombre de tu amigo Raúl Rascolano me suena a personaje de los Picapiedra, su historia en cambio me da miedo, miedo, miedo.

A veces todavía le echo ojo a la sección de GQ que comentas, ahí veo todavía salir a mi ex marido con sonrisa colgate, yo sonrío, cierro la revista y me salgo a tomar mi microbus pensando que la tranquilidad que tengo ahora no la cambio por nada.

Felicidades por el cumple de La Maga.

Brenda dijo...

Felicidades a la Maga. Le das el recado eh?
No puedo evitar comer palomitas en puñado, es lo más rico.
Lo importante no es llegar sino mantenerse, no?

Brenda dijo...

Felicidades a la Maga. Le das el recado eh?
No puedo evitar comer palomitas en puñado, es lo más rico.
Lo importante no es llegar sino mantenerse, no?