viernes, 26 de junio de 2009
Inventario
Entre otras cosas, nos parecía cómico que ni uno de los dos hubiera comprado boleto para ir a ver a Korn, y en cambio disfrutáramos de la música clásica todos los días manejando en la hora pico.
En el ocaso de nuestros veintes nos habíamos forzado a cumplir con estúpida puntualidad el momificado estado mental que llaman "sentar cabeza", pero ahora, en la mitad de los treintas, se nos antojaba mucho aventarnos un slam en medio de mozalbetes de 17 años. Con alegría no manifiesta, mi amigo y yo concluimos que estábamos en una edad en la que nos entusiasmaban de igual forma las piezas "serias" de Vivaldi que el desmadre de Jonathan Davis.
Otro de mis amigos, "Fede, El perro Andaluz" definió este blog como el espacio en donde yo escribía de las cosas que no quería dejar atrás, mientras me iba adaptando a las cosas nuevas.
Tuvo razón.
A veces mi existencia se define frente a decenas de suavizantes para telas en el súper, lugar en el que me debato a muerte decidiendo entre comprar la fragancia Tango ofrecida por Downy, o llevar algo más sexy, como por ejemplo el Sensaciones de Suavitel. -Nota: Es cagante que tu mujer te mande al súper para tomar este tipo de decisiones, sobre todo cuando ella tiene gustos tan específicos que aún no han sido tropicalizados por los funcionarios de Walmart-.
Mi vida actual es tomar ese tipo de decisiones y padecer otras muchas situaciones igual de tediosas. Pero también vivo cosas muy emocionantes, detalles rutinarios, encuentros inspiradores, minutos planos y montañas rusas no solicitadas. Digamos que tengo de todo y por lo tanto me percibo equilibradamente neurótico como tú o el(la) que está a lado de ti.
Éste es el típico post aburrido en el que el autor explica que está a punto de cumplir años y se encuentra haciendo un balance de lo que fue y lo que será su vida a partir de sumar una velita al pastel.
No los voy a marear con análisis y reflexiones porque, para empezar, ni he tenido tiempo de ponderar cuáles de mis rencores, miedos, esperanzas, aspiraciones y mañas nutridas en los 35 voy a seguir manteniendo en los 36.
Sólo pasé para avisarles que este blog permanecerá cerrado cinco días porque el que aquí escribe se encuentra muy ocupado haciendo el ilusorio inventario de su vida. (No es cierto, me voy a ir a huevonear un rato, nada más).
La verdad absoluta es que cumplo años el próximo martes (día muy pinche) y pedí días de vacaciones para evitar que me canten las mañanitas en la oficina sin saber qué cara poner.
VIERNES MUSICAL.- La neta, qué buen bajo y qué buena batería. Y sí, qué bien baila(ba).
jueves, 25 de junio de 2009
miércoles, 24 de junio de 2009
Ropa
Soy feliz con mis garras y con las tres o seis piltrafas que se acomodan bien a mi delgadez lonjuda. En cuestión de ropa soy de bajísimo mantenimiento, si no fuera por la Maga no habría mucho relevo en mi guardarropa; ella se encarga de renovar las piezas que ya están, o muy salitrosas, o muy fotografiadas.
Tengo dos pantalones favoritos, cinco camisas, tres gorras y tres pares de converse que son intocables. Lo demás se puede ir por donde vino.
Suelo romper las camisas de trabajo a la altura del codo, quizá porque apoyo mucho el antebrazo al escritorio, pero aún así, -con hoyos en los brazos-, me pongo esas camisas para ir a la oficina porque me siguen gustando y porque no tengo ganas de comprar otras. (A lo mejor se me rompen del codo porque soy codo, tacaño, mezquino...¿?)
Bueno, pues para poder llegar "roto" al trabajo y no ser sorprendido, aprovecho el calor de mi ciudad para enrollar las mangas de mis camisas quebradas hasta la altura del codo con la intención de que mis compañeros no adviertan los agujeros. Creo que sí funciona.
No me gusta comprar ropa, pero disfruto mucho deshaciéndome de ella. Una o dos veces al año hago limpia en mi clóset y le doy guillotina a aquellas prendas que han estado esperando meses para cubrir otra vez mi ligero cuerpecillo. Esas limpias son actos en los que desconecto el apego y meto camisas, zapatos y pantalones en una bolsa de basura que generalmente tiene como destinatario una casa de beneficencia.
A veces la ropa que ya no uso cae en manos de familiares y entonces sucede un fenómeno rarísimo. Por ejemplo, cuando a mi cuñado le vi puesta una Lacoste negra que según yo ya no quería, a él se le veía tan bien que de pronto comencé a extrañar al cocodrilo bostezador en mi tetilla izquierda. En otra ocasión vi a mi suegro con una pijama vieja que era mía, pero que en él parecía nueva. También la extrañé. Pero no tanto.
Concluyo que la ropa usada es como una exnovia: No nos importa deshacernos de ella hasta que la vemos puesta en otros.
POSDATA.- Hablando de cosas viejas, se me antojó oír esta canción de Cinderella porque acabo de llegar a casa luego de un viaje de tres días y una sola noche. Pónchenle aquí si la quieren escuchar. Bye.
viernes, 19 de junio de 2009
Día del Padre
Si ustedes son invitados frecuentes de este blog sabrán que ser papá es una fastidio que me tiene muy contento.
Soy un palpitante cliché cuando acepto que nunca imaginé ser un frágil humano capaz de proteger, cuidar, educar y mantener a otro humano aún más frágil que yo.
Tengo malos ratos, soy corajudo, obsesivo, voluble, pero con sobrada confianza puedo decir que no he fallado en amor, atenciones, cuidados y obligaciones para con mi hijo. Y eso, la neta, me tiene satisfecho.
Puedo inmolarme en la amargura y declarar que eso de andar celebrando el Día del Padre y de la Madre son oportunidades del mercado para llenar sus bolsillos de dinero a costa del hambre consumista de la cada vez más vacía especie humana, ¡y claro que lo son!, pero en todo caso yo prefiero celebrar aniversarios que pelearme con las fechas.
La mala noticia es que este domingo salgo a un viaje relámpago de trabajo y por eso no podré festejar el Día del Padre con mi familia. Me hubiera encantado que me invitaran a comer aunque yo tuviera que pagar la cuenta. La paternidad es eso: No poder quitar la sonrisa mientras patrocinas la fiesta y pegas con diurex los platos rotos.
VIERNES MUSICAL.- Obvio, Cat Stevens y su "Father and Son". Buen fin de semana.
jueves, 18 de junio de 2009
Devuélveme a mi chica
Se llama Mary, es amable, discreta y sudorosa. Entre sus labores está la de limpiar los pelos que se me caen cuando me baño para evitar que la regadera se tape. También acomoda el clóset, aspira los tapetes, barre, trapea, sacude la cocina y plancha mis camisas del trabajo, dos de las cuales ha quemado y/o manchado.
Se le paga bien, mucho mejor que a sus colegas de cuadra. Se le da de comer a ella y a los capulinitas de sus hijos que irrumpen en nuestra casa como auténticos dueños. La Maga y yo reconocemos su trabajo, pero despreciamos su impuntualidad porque aunque le pedimos que nos avise de sus ausencias, ella se limita a mandar el mero día un mensajito por celular (¡maldita tecnología impersonal!) prometiendo que llega y llega y no llega.
Nosotros aguantamos vara, pero últimamente las faltas de Mary se han vuelto insoportables por recurrentes.
Desde hace dos o tres semanas nuestra ama de llaves anda hipnotizada porque los colaboradores de Rodrigo Medina, candidato del PRI a la gobernatura de Nuevo León, le prometen que si se va de acarreada a los eventos de campaña le dan becas y despensas. Y claro, por andar en la punta del pedo echando gritos y porras, Mary falta a su trabajo.
A mí esta situación de las Elecciones comienza a ser un simulacro de despellejamiento de testículos con cuchillo bañado en salsa habanera. Es el colmo. Después de que vemos las fotos súper ampliadas de los cabrones que quieren servir(se) al(del) "pueblo" en cada edificio, construcción, esquina o barda, ahora nos quitan a la gente que trabaja con nosotros prometiéndoles cornflakes a cambio de hacer bulto para la foto.
No estoy cuestionando a Mary, pues para ella va mi admiración por ser una mujer que mantiene a los suyos con el sudor de sus caderas, y porque sé que la mezcla entre pobreza, marginación y desesperación motiva a que todos nos pongamos un precio y nos vendamos al primero que nos ofrece aplicar un baño de oro al oxidado metal de nuestra vida.
Mi furia es en contra de los políticos y de todo el sistema de mentiras (una promesa es una mentira hasta que no demuestre lo contrario) que echan andar en este tiempo electoral engatusando a los más pobres, porque saben que si se quedan sin votos y sin poder, inmediatamente se les desviela la fábrica de billetes con la que financian sus casitas de playa y derivados.
Lo peor es que el hartazgo que siento hacia las campañas me provoca un valemadrismo poco patriótico, pues a estas alturas me importa un pene de burro cuál de los ambiciosos candidatos gana. La verdad, sólo quiero que pase el 5 de julio para que me devuelvan a mi chica del aseo.
Sobre todo porque ella está dejando de ganar dinero y mi regadera se está tapando.
martes, 16 de junio de 2009
Misterios de oficina
¿Tan penoso es admitir entre los trabajadores de una oficina que bajo la corbata, la gelatina de pelo y los Dockers hay animales que defecan con religiosa puntualidad?
Hace tiempo un camarada de cubículo llegó a mí con esa cara luminosa que ponen los que saben algo muy urgente y me señaló a otro compañero para chismear:
-Mira a Fulano García, anda bien contento porque viene de cagar, ¡yo lo vi!-.
lunes, 15 de junio de 2009
Tres son multitud
Un pequeñito fragmento de lo que siento está escrito hoy en Recolectivo.
Aquí se los dejo.
Pasen con confianza.
Buen fin-de-lunes.
viernes, 12 de junio de 2009
Los muchachos de la escuela
No sé todavía cómo lo logramos, pero aquí estamos.
Quisimos caminar para atrás como Jackson.
Ser uno de los Goonies.
Patear como Ralph Macchio.
Venerar a Morrison en la piel de Kilmer.
Soportar a Mireles, Villarreal y al Talache.
Creer en Salinas de Gortari.
Digerir una pizza rellena.
Enamorar a Moniquilla y a Hérica con "H".
Desmadrar el salón de actos.
Enloquecer a la Señora Sánchez.
Manosear a Amanda Peterson.
Pisotear unos Zodiacs nuevos.
Recordar que "estamos en la santa presencia del Señor. Adorémosle".
Tomar de los bebederos de las canchas de tierra.
Ganar en las competencias de espiro.
Aguantar el apretón de manos del Marinero.
Orinar en el monte.
Santificar a Scarface.
Salir bien (¡una puta vez!) en el anuario.
Dibujar como el Hermano Pérez.
Pasar al Privatt sin regatear.
Enderzar a Willy Wilón.
Bañar a Chimpandolfo.
Sobrevivir al uniforme picoso de deportes.
Echar lonche y papitas en el río Sta. Catarina junto al Cácaro.
Masacrar en la wafle.
Ligar en la Iglesia de Fátima.
Reflexionar con el muñeco de sal.
Infartar al Jameson.
Aguantar el cartón de Indio entero.
Esconder a los papás a la hora de la salida.
Tolerar el picante de los fritos de Zacate.
Pasar Física con la Obdulia.
Escapar de los Flicos y de los Osos.
Llegar más allá del verbo "to be".
Amar a una y querer a muchas.
Pero sobre todo quisimos cantar fuerte, entonados, y con poca/mucha nostalgia esto:
NOTAS DE TRADUCCIÓN.- Esta rolita la cantábamos todos los niños del colegio a los maestros el último día de clases. Era como para agradecerles toda la enseñanza y su paciencia y su "tú me enseñaste a volar". Con todo y ñoñería incluida, desde chiquillo me daba un feeling bien triste-feliz cuando la cantábamos. (...Creo que todavía me produce el mismo sentimiento).
miércoles, 10 de junio de 2009
Suena tan bonito
De otra forma lo que muere apuñalado es el amor.
El divorcio es la traducción de que uno de los dos, o los dos, abandonaron esa complicidad; se traicionaron.
No envidies a las parejas que salen en el Hola! o en MTV, mejor enfoca tu energía en copiar a aquellas que se ríen juntas, que se festejan juntas, que se resuelven juntas.
La única manera de blindar un matrimonio es fortaleciendo la complicidad de quienes lo integran. Afuera, la fila de tentaciones es muy larga pero ni una de ellas puede abrir la puerta si solamente dos se saben la combinación del candado.
martes, 9 de junio de 2009
Martes de dudas y verduras
Ahí va el contexto:
El aire acondicionado del carro que manejo amenaza con descomponerse pero no se descompone. Ésta es una noticia atroz porque en Monterrey acostumbramos traer el sol pegado a nosotros como si fuera una bolsa de mano o una backpack, según sea el sexo del ciudadano.
Entonces, el clima del auto está que falla y falla, pero no falla. Haz de cuenta que tú lo enciendes y durante 15 ó 20 minutos avienta tufo de volcán hasta que, sin prólogo ni bienvenida, expulsa una ráfaga de aire helado que te destempla el sudor. Lo malo es que a esas alturas en que decide enfriar ya llegaste a tu destino y te bajas del carro caminando en tu propio gravy.
Anoche llegué a casa en estas condiciones escurridas por lo que decidí meterme a bañar antes de dormir. Después del tallado tipo espejo que me di en las partes públicas y privadas salí con mi toalla amarrada en la cabeza muy machote sólo para darme cuenta que no había canelos limpios disponibles.
Como no puedo dormir "a pelo" porque siento que Joselito el Niño Ruiseñor se me desentona en medio de la noche, tuve que ponerme los calzones húmedos y vaporosos que me habían acompañado durante toda la calurosa jornada diurna. Coloqué así mi perfumada y fresca anatomía adentro de la harapienta prenda interior y me sentí como aquél vaso medio lleno y medio vacío en versión medio limpio y medio hediondo.
Me quedé dormido alimentando una duda de alcance universal: ¿El baño cumple su función cuando después te pones calzones sucios?
lunes, 8 de junio de 2009
viernes, 5 de junio de 2009
jueves, 4 de junio de 2009
Ya llegué
Cuatro días estuve afuera y parece que Mateo ha crecido cuatro meses. Entre la barra de la cocina y la cava que remata en su techo hay un pedazo de espacio que me ha servido para ir midiendo la estatura de mi hijo. Hace poco lo paré en esa barra y su cráneo en forma de pelota de tenis ya topa por mucho.
En esa cava todavía descansa la botella vacía del vino que en Parras nos tomamos la Maga and Friends el mismo día que supimos que nuestro pedazo de caos venía en camino. Aquél fue el último tinto que me eché sintiéndome libre aún de ese hermoso castigo que es la paternidad.
En los relevos puntuales que tiene la vida Mateo ha dejado de usar pañal, pero su abuela ha comenzado a ponérselos por culpa del cáncer. La Maga terminó de cambiar a su hijo para comenzar a cambiar a su madre. El excremento sigue siendo motivo de fiesta en mi familia. En el caso de mi suegra que haga sólido, fétido y largo es sinónimo de buena salud; en el caso de mi hijo que haga sentadito en el escusado es un alarde de progreso.
Mientras ellos festejan sus cacas yo ando estreñido, fíjense nada más, miren qué curioso. Pero no sólo mi aparato digestivo está estíptico, también mi generación de ideas, mi creatividad y mi desempeño laboral están obturados.
Tengo mucho trabajo aguardando en la sala de espera, tengo que sacarlo, no hay más. O lo hago o me llaman la atención: that is the cuestion.
Y bueno, ya llegué y ya me voy. Los saludo a todos ustedes y a Alice le agradezco la dedicatoria que me hizo en su blog. Efectívamente ésta es otra lectura de baño.
Hasta prontísimo.
lunes, 1 de junio de 2009
Sin título
Ayer me dijo Danny que hay tragos casi tan costosos como una cesárea. Atrás del mesero que peina la barra espantando cáscaras de cacahuate descansa la intocable botella de un wisky Macallan que tiene 55 años y cuyo trago te sale en 1,200 dólares (sin propina incluida). Hasta ahora sólo dos clientes se han atrevido a pagar tan fotografiable estafa.
¿Mil doscientos dólares por una copa? Regálame uno de esos wiskys en las rocas y por cada eructo aborto un cisne melón mami beach con alas de lentejuelas. ¿Mil doscientos?
Tengo tanta flojera de escribir bien, con acentos y comas y eso, pero no puedo dejar de postear porque ha sido un viaje de encuentros citables. Por ejemplo, mi colega Salvador es periodista pero tiene muchas ganas de dirigir cine uno de estos días y por eso le pidió consejo a Francis Ford Coppola ahora que lo entrevistó en el Festival de Cannes.
El viejo de la abrumante Apocalypse Now le dijo:
"El mejor consejo que les puedo dar si quieren ser directores es que sean padres, eso cambiará su vida, les ayudará a aprovechar mejor el tiempo y a mirar un microuniverso que puede ser global y retratar al mundo".
Yo también creo que ser papá te enfoca. Punto. Te desmadra todo, pero te enfoca.
Ajá.
1.- Me voy a la cama extrañando enormemente a Mateo. Muy, muy cabrón.
2.- Se me antojan unos molletes del Vips con extenso pico de gallo.
ROLITA.- Ésta se la dedico a mi Maga porque a ella le gusta (y porque a mí me queda).