jueves, 23 de enero de 2014

Entro y salgo

Varias veces al día entro a ese fino pero no cómodo espacio de mi memoria en el que aún están tus cosas, tus olores, tus besos y tus reproches. Las mismas veces que entro, salgo; para no quedarme,  para no moverle a nada.

PUNTO Y APARTE.- ¿Te acuerdas, Eddie, de aquéllas fugas?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ironías de la vida... Tu con tus recuerdos, mientras alguien más, te recuerda.