El recuerdo más remoto de mi existencia se ubica en el balcón de un departamento donde viví de los cero hasta los cuatro años.
Ahí estamos Irene y yo untándonos crema de afeitar en la cara. Recuerdo la presencia tibia del ungüento en mis facciones y el rostro de mi hermana embetunado de blanco. Nos estamos riendo, divertidos. Por ahí anda mi mamá, pero no tengo registro preciso de ella en la escena. También por ahí está la vista hacia el parque Mississippi, las copas de los árboles atravesados por la luz del sol en franca despedida, el diminuto bosque de mi infancia, la queja de los columpios que pillan como cuervos.
Las últimas horas antes de que papá llegue del consultorio.
Siete años de mi vida sucedieron en los años 70, pero mi psicodelia subjetiva abarca no más de 10 recuerdos. Un día fuimos al Cinema Valle a ver Grease. Hasta ese momento yo no tenía idea de qué era el amor, ni la playa, ni las chamarras negras, ni el gel para el pelo, ni los cigarros, ni las parejitas que andan quedando en la prepa. Mi primer brujería fue culpa de Oliva Newton-John, pero la atracción sexual era un tesoro demasiado enterrado en mi subsuelo; yo no sabía nombrar lo que esa güerita me provocaba, era incómodo y placentero a la vez, como una papa frita ardiendo que nos quema el hocico con la misma intensidad que nos suplica devorarla.
Pero el big deal fue John Travolta. Desde la primera escena supe que yo quería ser como él, con todo y su pasito de pantera rosa, las patillas enmarcando los cachetes, el peine en la bolsa trasera, el hoyo en la barbilla y el gesto con la quijada descuadrada. Me gustó que todos lo saludaban (en mi mente se plantaba el génesis de "ser popular"), y que todos lo querían a pesar de que era el peor atleta (cosa contraria pasaba en mi primaria). Además, me cayó bien que se sordeaba/deseaba a Sandy con torpe maestría y que cantaba bien cursi en los columpios. Danny Zuko era toda la información que mi ADN no tenía. El cine construyó con Travolta la primera zanja entre mi realidad y mi ideal.
Salí del cine encarnado en un miembro de los T-Birds, pero sin la chamarra negra. De ahí fuimos a casa de mi tía Pili y ella me saludó como el niño que yo era, pero yo contesté la cortesía con la indiferencia de un dandy urbano al que no le interesan los convenios sociales. Hubiera querido tener un chicle para masticarlo de lado y un cigarro para estacionármelo en la oreja. Me urgía llegar al baño para empaparme el pelo y con la mano fabricar un peine imaginario que ondulara mi greñilla al ritmo pompeante con el que lo hacía Travolta.
Hay dos tipos de películas: las que más te gustan y las que marcan tu vida. Travolta está en las dos listas gracias a Pulp Fiction y Grease, respectivamente. Curiosamente son las dos únicas películas en donde sale él que valen la pena para mí.
Rolita por favor,
Hello world!
Hace 1 mes
5 comentarios:
wow man! pretty sure de que muchos hombres tienen recuerdos de ese tipo, pero muy pocos lo podrán aceptar, y menos escribir tan chido como ud. lo acaba de relatar. bravo por eso.
Bien, bien, a mi también me impactó Grease (a pesar de lo que digan de su música) pero me quedo con Vince Vega.
A mi tambien me llevaron al cine a ver esa pelicula, y como reaccion a ella mis papas compraron el disco LP con las canciones de la misma, y asi pues tuve Grease durante mucho tiempo presente en mi niñez, Aunque me di cuenta mucho despues que la Olivia del final era la misma Sandy noña de toda la pelicula.... Pensaba que ( injustamente) habia aparecido una señora pirujona de la nada, y que habia engatuzado al wey este.....
saludos carnal,
Alejandro Santana
Yo tendrìa como 7 u 8 años la primera vez que vi vaselina y me enamorè de la ñoñez de Sandy, me encantaban los vestidos hampones y la època, siempre decìa que me hubiera gustado vivir en esa època, hace poco mi papà me regalò la pelìcula y cuando quiero recordar mi niñez, me echo un brinco fuera de la realidad y la vuelvo a ver :)
Mi hija es super mega fan de Grease, dice que es "sandy". Yo no pude verla en el cine pero, la veo cada que la pasan en la tele, por Sadie y porque me encanta.
Saludos.
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