jueves, 2 de septiembre de 2010

Homo Ñetus

"Si fueras más fresilla no tuvieras tantas dificultades"
Francisco Escobar T.

¿Quién lo quiere al cochino dinero tener?, cantaba Alex Lora cuando todavía era soltero y manejaba un bigotillo ralo como de miadera de coyote. Treinta años después con el mismo cochino dinero nuestra joya rocanrolera pudo indemnizar a la familia del hombre que su hija Celia mató accidentalmente.

Los bienes sirven para remediar los males, palabras de abogado.

Me acuerdo cuando se decía que la muñeca Barbie era nociva para las niñas porque les metía en la cabeza que la felicidad era igual a estar bien buena, con chingos de ropa y casota y carrote convertible. Luego conocimos a La Barbie en su formato de narcotraficante y ahora a los hombres de 3o y tantos años este sujeto sonriente nos mete a la cabeza una idea: para hacerse de un patrimonio tipo suizo hay que violar la ley. Poner bien tiso al prójimo.

Pero también hay hombres que saben hacer dinero de manera legal. Ah, cómo los admiro.

Mi amigo Paquillo calcula que son entre cuatro y cinco enanitos los que se te cuelgan de los huevos cuando andas jodido de dinero y al mismo tiempo con muchas deudas y pendientes por resolver. Lo peor es que estos enanitos, que son del tamaño de un encendedor bic, te voltean a ver mientras se cuelgan de tu parte noble (que en realidad es bien plebeya) y te avientan una mirada como diciendo: ¿Y cómo chingados piensas hacerle?

Marito, otro amigo enterado en el tema, asegura que los ricos no son felices; son felicísimos.

Yo soy descendiente del eslabón perdido, del Homo Ñetus. En el Paleoceno, me parece, los hombres de la tribu salían con la nalguilla de fuera a cazar búfalos y otras bestias para matarlas, asarlas y usar sus pieles. Mientras tanto, mi antepasado, el Homo Ñetus, tan romántico y perezoso para las cuestiones de la cacería se quedaba en la aldea para organizar torneos de matatena entre las hembras del clan, a ver atardeceres, a hacerle cosquillas a los niños, a contemplar el baile entre el viento y la arena rojiza, a escribir y a dibujar monitos en las cuevas.

El Homo Ñetus es el macho que no sabe hacer dinero. O no sabe hacer riqueza con las cosas que le gustan. Mi estabilidad económica depende del control que hago de mis deudas, no de mi capacidad para hacer billetes. Gano lo mismo que hace muchas, muchas temporadas de lluvia. Y luego me torturo asociando la virilidad con la habilidad de producir y acrecentar el patrimonio.
¿Qué tipo de hombre soy? ¿Proveedor a medias? ¿Cuáles son las expectativas que quiero cubrir? ¿Qué tan mías son? ¿Qué es lo que lamento, el desperdicio de talento o las vacaciones que no me puedo dar? ¿Me quiero vestir mejor o no?

No me estoy cayendo para que me levanten. Sé muy bien lo que tengo que hacer. Ando un poco cabreado porque vengo de pagar en el taller el más reciente resfriado que le dio a mi carro. Algunos miles de pesos me dijeron adiós. Tengo que lograr que regresen a mí multiplicados por dos. Tengo que trabajar más. No quiero aprender a cazar búfalos, pero sí necesito originar mejores recursos haciendo lo que me gusta hacer. Tengo que lograr que el Hombre Ñetus evolucione. Creérmela. Potencializarme. Supermanizarme.

O puedo esperar la próxima quincena y por mientras acomodarme de cucharita con la cobija hasta el cuello. Zzz...

ROLITA.- Cambiando de trama pero no de tema: Se me hacía-hace bien sexy esta mujer. I swear.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajaja!!!esta conmadre lo de las nalguillas de fueraq para cazar bufalos...que dura es vida, pero lo pones muy comico...un abrazo...paco

Tania G. Balleza Tahuil dijo...

Freelance?

Luego te platico algo...

Brenda dijo...

Y cuando la quincena tampoco llega a tiempo? (porque ya me está pasando y no sé cómo fregados hacerle)
Saludos Homo Ñetus, jeje

Anónimo dijo...

Ojalà todos tuvieramos un papà Alex Lora que nos sacarà de nuestras bronquitas, no??... Monserrat

Guffo Caballero dijo...

Ay, el mal del artista, snif. Vivir del aplauso y de las pequeñas satisfacciones cotidianas que no dejan dinero.
¿Por qué no hay un tesoro enterrado en mi patio? Juro que no quiero ser millonario ni ambicioso, lo único que quiero es no trabajaaar, snif.
Saludos.

NTQVCA dijo...

Una vez en un semaforo en New York me di cuenta que estaba parada a un lado de mi la Lauper. Me contestó el saludo con una sonrisota,

Me pasa algo similar con la diferencia de que yo solita me tengo que mantener, y me asfixia ver que trabajo un chingo y no veo la lana que vaya de acuerdo con ese trabajo. Ya encontrará la manera Mr. Ñets, le baticino que tendra usted lana para traer a su mujer y a su Mateo como todos unos potentados.