miércoles, 14 de abril de 2010

Pantalón disparejo

Con el microscopio enfocado en mis obsesiones declaro que me molesta que la parte baja del jean se meta en el talón del zapato. No me gusta andar caminando por ahí con una "manga" del pantalón mordida por el calzado.

Igualmente me pone de mal humor ver a alguien con una parte del cuello de la camisa para arriba y otra para abajo. O en el cine ver a una persona adelante con la etiqueta del saco por afuera de su nuca volando como banderita blanca de la paz sin podérsela acomodar para adentro. O la señora que te habla muy entusiasta en una boda con un pelo metido en la boca como si éste fuera un finísmo puente colgante que se tambalea desde su patilla hasta sus labios. O ver a esa misma señora con el lipstick encrayolado en sus dientes sin poder señalarle que se los talle con la lengua.

Me obsesionan, me enojan, me dan ansia, me desesperan estos desarreglos en la forma, sin ser yo, ni de lejos, un perfeccionista. Esta armonía rota me cae mal, pero ubicada en mi hijo me causa una profunda ternura. Me desarma. Me presenta la cara bonita de la imperfección que es prima hermana de la inocencia. Me lleva al paraíso en donde esa pendejada desgastante de querer tener todo bajo control no importa.

Hoy en la mañana dejé a Mateo en el kinder. El niño iba lleno de gallos capilares, con la cara de sueñus interruptus, con la leche del titi escurrida en los vértices de su boca, con una flojera cósmica y abrazado a su Mickey Mouse tamaño caguama. Iba de mal humor, poco platicador, poseído por los postes de luz que vienen y vienen y vienen.

Cuando llegamos a nuestro destino, el movimiento que hizo una de sus maestras para sacarlo del carro logró que su pierna izquierda se arrastrara por el asiento y provocó que el pantalón se le enrollara hasta la rodilla.

Así se bajó el crío, con el pantalón disparejo pero sin darse cuenta ni darle importancia a ello; Mateo estaba más ocupado en tragarse la resignación de empezar otro día que en componer su wardrobe malfunction. Yo lo vi alejarse por la ventana del carro con los pasos desnivelados. Uno de sus chamorritos iba tapado y el otro, a pelo. Parecía un pirata bajito exhibiendo su pata de palo.

No pude más que sentir todo mi cariño por él.

14 comentarios:

Brenda dijo...

Ya ves que no todo lo imperfecto es feo o desesperante?

NTQVCA dijo...

Ayer leia algo acerca de cuando conocemos a alguien debemos enaltecer nuestros defectos, porque de esos es más facil que nazca el amor, tú por supuesto que con todo el amor que sientes por ti querido Mateo pues es facil que todo eso que te altera en el resto de los mortales lo veas como encanto en tu chamaquito.
Chales, hasta de pone de buenas leerte!

Ministry of Silly Walks dijo...

Desearía seriamente regresar a esos momentos. Disfrútalos, toma fotos de Mateo embadurnado de chocolate, de Mateo mal-fajado, de Mateo despeinado, de Mateo mal-combinado.
Yo ahora los atesoro porque el perfeccionismo prepuberto de mis hijos me está matando("¡Mamá, el lado derecho de la cabeza se me ve más grande que el izquierdo, no quiero ir a la escuela!")

Anónimo dijo...

me encanta la forma en la que expresas tui sentir por tu crio...

es genial... y describe con las palabras más exactas lo que esos mounstrillos nos hacen sentir.

Saludos

C.R.S. dijo...

la imperfeccion solo se ve en aquello que no amas...

Kózmica dijo...

A esa edad todo es ternura. Además todo lo hace de manera inocente, por eso encanta.

Saludos!

Rosamar dijo...

Es muy cierto lo que dices. Hay cosas que nos molestan de los demás, pero cuando se trata de nuestros críos somos capaces de soportar cada cosa. Me vas a creer que cuando mi hijo el mayor era un bebe, le llegue a limpiar los mocos con mis propias manos. Yoooo!!, Osea… Yoooo!!. ¡No manches! ¿Con la mano? Ni siquiera ahi de perdis con papel de baño. ¿Que onda? El amor que uno le profe a sus hijos es inmaculado y sublime. Más aún cuando son pequeñitos, y ufff y recontra ufff máxime si el primero. Cuídalo y quiérelo mucho.
Mateo tiene un súper papá. Me gusta leerte. Escribe más seguido.
Besos para Mateo.

Lau dijo...

que lindo que disfrutas hasta el más mínimo detalle ;)

El Contador Ilustrado dijo...

totalmente de acuerdo

¡OTRO CASTILLO! dijo...

Y así es como debe ser. Qué padre ser padre y disfrutar mucho a tu bebo.

Muchos saludos, que estén bien.

Anónimo dijo...
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Lourdes dijo...

A veces lo imperfecto es lo mas perfecto que existe :-)
espero que esten muy bien
besos para Mateo

Anneh. dijo...

extraño tus posts U_U

ontoy dijo...

A mi me gusta traer los pantalones rotos. jaja.