viernes, 6 de marzo de 2015

La utilidad de no encajar

Desde niño te acostumbras a vivir con una tachuela en los intestinos. Nadie te la puso, ya la traías. No importa si afuera está el sol o se cae el cielo a gotas, o si te sacan la lengua o te echan flores; tú vives en el desacomodo permanente. Y entonces, desde ese no-lugar y como mero ejercicio para exorcizar el dolor, escribes una línea que se convierte en la canción que otros adoptan como himno. Qué brillante autor, te dicen. Tras el aplauso social te tocas el vientre y sientes que ahí sigue la tachuela. Funcionas con ella. Corrección: funcionas mejor con ella. Última corrección: La tachuela te mejora.

6 comentarios:

V dijo...

Me encanto lo de te sacan la lengua 😜
Momentos creativos.
Abrazo E 😘

Anónimo dijo...

El ser humano es curioso, le gusta habitar zonas de confort donde nos contamos cuentos felices que insistimos en creer como reales, a veces no es que nos habite la tachuela, mas bien somos la tachuela y la ignoramos repitiéndonos que el piquete "es de mosco", otras veces nos toca ser tachuela ajena y nos alejamos.

Anónimo dijo...

No hay nada en esta vida que no nos mejore....con un poco de perspectiva y humildad si uno quiere de todo aprende.

Siguele escribiendo!!!!

Anónimo dijo...

Paso por aquí muy frecuentemente; pienso que ves el mundo de una manera similar a la mía pero con palabras más bonitas. Sin duda es un agasajo leerte y espero seguir haciéndolo por mucho tiempo.

Sisi dijo...

A lo mejor no es una tachuela. A lo mejor es un colmillo que creció fuera de lugar, o una lenteja que no consiguió llegar al final. Aunque conociendo a tu tachuela, lo más seguro es que sea el cadáver de un antiguo dolor.

zyanya dijo...

Jejeje sicierto! Dirías tu!