Mis papás usan todavía muchos de sus regalos de bodas. Aunque la licuadora escurra, ésta y otras herramientas domésticas siguen ahí, cumpliendo su función a través de los años. Para que un aparato sea sustituido debe fracasar en la última prueba de fuego: no prender para nunca jamás.
Mi mamá cumple años pronto y, como todos los años, no sé qué regalarle. Frente a mi ausencia de ideas, delegué esta decisión a Mateo.
- ¿Qué le regalamos a Nene?- pregunté a mi hijo.
- ¿Cómo se llama eso que ponen en la mesa con frutas?- repreguntó Mateo.
- Se llama frutero- dije.
- Eso, vamos a regalarle un frutero- dijo.
Fuimos entonces a la tienda que es parte de mi vida y nos dirigimos al área de cocinas. Una señorita señaló el sitio en donde estaban los fruteros. Había tres tipos, uno que parecía telaraña, otro en forma de escorpión y uno más que era como un columpio de dos pisos.
Mateo quería el escorpión y yo la telaraña, pero compramos el columpio. Ninguno de los dos tenía ganas de batallar en envolverlo y por eso aceptamos con mucho gusto que ahí mismo en la tienda lo forraran con un papel dorado institucional que le dio aspecto de regalo de bodas.
Llegamos a casa de los abuelos con dos cajas: el regalo y una pixa. Mateo cargaba la cajota dorada como si sostuviera un baúl con tesoros. Mi mamá abrió su obsequio con la torpeza que brindan las emociones fuertes del corazón y por la necia resistencia de varias capas de diurex.
Al primer contacto, pensó que era una nueva jaula para el canario hasta que la pieza se detalló a sí misma como un frutero que columpia mangos, plátanos y naranjas. De inmediato, mi papá tomó el regalo y lo puso en el centro de la mesa del comedor no sin antes jubilar el antiguo frutero que alguien les regaló el día que se casaron.
La casa de mis papás es un museo de su matrimonio. Casi nada se sustituye o se mueve. Los cambios de utilería son mejor recibidos cuando vienen de parte de sus nietos.
Hello world!
Hace 3 meses
4 comentarios:
"Lectura de baño también en tu smartphone"
Just sayin'
AH COMO ME GUSTABA EL REFRI DE TU CASA
Jejejeje una jaula. Le hubieras puesto unas frutas y ya no habría confusión. Lo mejor de la vida es cuando un regalo que pensaste, escogiste y diste con amor es bien recibido. Felicidades a tu mamá.
jajajaja..me encantoo el post.ni te cuento el museo q es la casa de la abuela de mi marido...pero q bien q vienen los regalos de los nietos no?jijiji.me encanto tu blog.te sigo.
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