miércoles, 9 de noviembre de 2011

Sábados en la noche

Los sábados duermo con Mateo. Son noches en las que duermo bien y mal. Bien, porque lo tengo a mi lado; tibio. Mal porque pego un ojo mientras despego el otro, vigilando que no se caiga de la cama como la otra noche que se dio un ranazo. Qué pinche susto; en aquélla ocasión superamos la situación en cuatro niveles básicos: golpe, sobresalto, llanto y abrazo.

Mateo se mueve mucho y me orilla hasta la orilla. Amanezco al borde de la cama, ojeroso, maldescansado y con la mano tullida agarrado del último pedazo de sábana que me queda. Cuando se hace la luz, nada me roba la dicha de verlo durmiendo, con la boca explotada en botón de flor, y con el cuerpo flaco desparramado que se nota más largo cuando está acostado que cuando está de pie.

Despierto de mi insomnio antes que él, pero entrecierro los ojos para que piense que aún duermo. Lo veo moverse, estirarse, e incorporarse peinado como Kalimba; se me queda viendo apenas unos segundos y me dice "¡hola, papi!" con una entonación que comprueba que él sí ha descansado tanto como cuando habitaba el cielo.

Luego me da un beso barnizado de baba y me sentencia que ese día no quiere ir a misa.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Qué padre es ser padre, en toda la extensión de la palabra, verdad Mister?

Así como describes tus noches de sábado han sido todas, todititas mis noches desde el 6 de agosto de 2005. Creo que es hora de cambiar de cuarto.

Ele y Juan Pa
http://sailing-nena.blogspot.com/

David dijo...

Ufff. Como que ya quiero ser papá.

Roberto dijo...

Pues estoy en la misma situacion que tu Mr... estoy con mis niños 2 noches (que por cierto empiezan hoy) y es de los mejores dias que paso, aun y cuando ande hasta la madre del trabajo, el llegar y jugar con ellos, bañarlos, acostarlos y leerles un cuento hasta que se quedan dormidos no los cambio por nada la verdad.

Saludos, y fuerza para seguir en esta etapa.

Roberto

zyanya dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Ahhhh que bueno que disfrutes esas noches... bueno igual tu cuerpo no tanto, pero tu corazòn que tal?? ;)

Saludos,
Monserrat

Anónimo dijo...

lo visualizo perfecto, después de 15 años me sigo desvelando, enfriando y maravillando....

y tú eres un gran papá.

Kózmica dijo...

Qué lindo! Me lo pude imaginar.

Yo quisiera esas noches con mi niña, que aunque la tengo a mi lado todos los días, no le gusta dormir conmigo. Por la noche la acuesto en su cuna, como le gusta, pero más tarde que tose o tiene una pesadilla, la tomo en mis brazos y la paso a mi cama...y empieza la movedera, el llanto, hasta que la regreso a su cuna.
Ayer fue la primera vez que la acosté conmigo, me abrazo fuerte y duramos así 5 minutos...luego pasó lo de siempre y a su cuna.

Es hermoso tenerlos en cama, pero dicen que luego se pueden acostumbrar. Acá pasaría al revés, yo me puedo acostumbrar a sus brazos, pero ella no a mis patadas.

Saludos para los 2

v dijo...

ay, es que no pueden ser más tiernos :]